I Reyes 11 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 43 versitos |
1 Y el rey Salomón, además de la hija del faraón, se apasionó de muchas mujeres extranjeras: amonitas, moabitas, edomitas, sidonias y heteas.
2 Ellas eran de las naciones de las cuales Yahweh había dicho a los hijos de Israel: “No se mezclarán con ellas, y ellas no se mezclarán con ustedes, para que no desvíen su corazón en pos de sus dioses”. No obstante, Salomón se apegó a ellas; y habiéndolas tomado, se apasionó por ellas.
3 Y llegó a tener setecientas mujeres princesas y trescientas concubinas; y sus mujeres hicieron que se desviara su corazón.
4 Aconteció que cuando Salomón era ya un anciano, sus mujeres hicieron que se desviara su corazón en pos de otros dioses. Su corazón no fue íntegro para con Yahweh su Dios como el corazón de su padre David,
5 pues Salomón siguió a Astarot, diosa de los sidonios, a Quemós, ídolo de los moabitas, y a Milcom, dios de los hijos de Amón.
6 Salomón hizo lo malo ante Yahweh, y no siguió plenamente a Yahweh como su padre David.
7 En ese tiempo Salomón construyó un lugar alto a Quemós, ídolo de Moab, y a Milcom, ídolo de los hijos de Amón, en un monte que estaba frente a Jerusalén.
8 Y así hizo a todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
9 Entonces Yahweh se enojó con Salomón, por haber apartado su corazón de Yahweh, el Dios de Israel, que se le había aparecido en dos ocasiones y le había mandado acerca de esto,
10 que no fuera en pos de los dioses de las naciones; pero él no guardó lo que Yahweh le había ordenado.
11 Y Yahweh dijo a Salomón: “Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto, mis decretos ni mis ordenanzas, los cuales yo te había ordenado, arrancaré definitivamente el reino de tu mano, y lo entregaré a tu siervo.
12 “No obstante, por causa de David mi siervo, no lo haré en tus días; lo arrancaré de la mano de tu hijo.
13 “Sin embargo, no arrancaré todo el reino. Entregaré una tribu a tu hijo por causa de mi siervo David, y por causa de Jerusalén, la ciudad que yo escogí”.
14 Yahweh, pues, levantó un adversario a Salomón, a Hadad edomita, quien era de la familia real en Edom;
15 pues cuando David destruyó a Edom, al subir Joab, general del ejército, a sepultar a los muertos, mató a todos los hombres en Edom
16 (pues Joab, junto con todo Israel, permanecieron seis meses allí hasta que dieron muerte a todo varón en Edom).
17 Entonces Hadad, él y algunos hombres edomitas de entre los siervos de su padre, huyeron y entraron a Egipto, siendo Hadad un muchacho pequeño.
18 Se habían levantado de Madián y entraron en Parán; y tomaron consigo a unos hombres de Parán y entraron a Egipto, ante el faraón, rey de Egipto, quien le proporcionó casa y alimentos, y le dijo: “vive conmigo”, y le dio tierras.
19 Halló, pues, Hadad favor a los ojos del faraón, y él le dio por mujer a la hermana de su esposa, la hermana de la princesa Tajpes;
20 y la hermana de Tajpes le dio a luz a su hijo Gabot, al cual Tajpes destetó en el interior de la casa del faraón; y Gabot se quedó en la casa del faraón, entre los hijos del faraón.
21 Cuando Hadad, estando en Egipto, se enteró de que David había dormido con sus padres, y de que había muerto Joab, el general del ejército, Hadad dijo al faraón: Despídeme, iré a mi país.
22 El faraón le dijo: ¿Qué, pues, te ha faltado conmigo que he aquí quieras irte a tu país? Él le respondió: Nada; pero debes despedirme.
23 Yahweh también levantó como adversario de Salomón a Hedrón, hijo de Eliada, quien había huido de su señor Hadad-ezer, el rey de Soba,
24 y había reunido hombres alrededor de sí y se había hecho jefe de una banda de saqueadores, cuando David mató a los de Soba. Luego se fueron y habitaron en Damasco, y Hadad reinó en Damasco.
25 Y durante toda la época de Salomón él se constituyó en adversario de Israel, a causa de la maldad que éste había cometido; y Hadad fue hostil hacia los hijos de Israel, y reinó sobre Aram.
26 Jeroboam, hijo de Nabat, efrateo de Zereda, siervo de Salomón, cuya madre se llamaba Zerúa, mujer viuda, se sublevó contra el rey Salomón;
27 y éste fue el motivo por el cual se sublevó contra el rey: estaba Salomón reconstruyendo Milo, y cerró la brecha de la ciudad de David.
28 Este varón Jeroboam era un hombre valiente, y al ver el rey Salomón que era un joven sobresaliente, lo puso al frente de toda la obra de la casa de José.
29 Aconteció en ese tiempo que Jeroboam salió de Jerusalén, y se encontró en el camino con el profeta Ajías de Silo. Ajías estaba cubierto con un manto nuevo, y los dos estaban solos en el campo.
30 Entonces tomó Ajías el manto nuevo que traía encima, y lo rasgó en doce pedazos.
31 Luego dijo a Jeroboam: Toma para ti diez pedazos, porque así ha dicho Yahweh, el Dios de Israel: “He aquí que yo arranco el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré diez tribus.
32 “Pero él tendrá una tribu por causa de David mi siervo y por causa de Jerusalén, la ciudad que yo escogí de entre todas las tribus de Israel;
33 debido a que él me ha dejado y ha adorado a Astarot, diosa de los sidonios, a Quemós, dios de los moabitas, y a Milcom, dios de los hijos de Amón; y no ha andado en mis caminos para hacer lo que es agradable ante mí, y no ha guardado mis estatutos ni mis decretos como su padre David.
34 “No obstante, no quitaré todo el reino de sus manos, sino que lo dejaré reinar todos los días de su vida, por causa de mi siervo David, a quien yo escogí por haber guardado mis ordenanzas y mis estatutos;
35 pero quitaré el reino de las manos de su hijo, y a ti te daré diez tribus.
36 “Y a su hijo yo daré una tribu, para que David mi siervo tenga siempre una lámpara ante mí en Jerusalén, la ciudad que yo escogí para mí, para poner allí mi Nombre.
37 “Yo, pues, te pondré a ti para que reines como te plazca. Tú serás rey sobre Israel.
38 “Y si atiendes a todo lo que yo te ordene, andando en mis caminos y haciendo lo que es agradable ante mí, guardando mis estatutos y mis ordenanzas como lo hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa estable como la edifiqué a David mi siervo, y te daré a Israel.
39 “Yo afligiré a la descendencia de mi siervo David a causa de esto, aunque no para siempre”.
40 Entonces Salomón procuraba dar muerte a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó hacia Egipto, ante Sisac, rey de Egipto; y se quedó en Egipto hasta que Salomón murió.
41 Los demás hechos de Salomón, todo cuanto hizo y su sabiduría, he aquí que están registrados en el libro de los Hechos de Salomón.
42 El tiempo que reinó Salomón en Jerusalén sobre todo Israel fue de cuarenta años.
43 Durmió, pues, Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David. Su hijo Roboam reinó como sucesor suyo.

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Introducción a I Reyes

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