I Crónicas 10 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 14 versitos |
1 Los filisteos combatieron contra Israel, y los hombres de Israel huyeron de los filisteos, y muchos cayeron muertos en el monte Gilboa.
2 Los filisteos dieron alcance a Saúl y a sus hijos, y los filisteos dieron muerte a espada a Yonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl.
3 La guerra se intensificó contra Saúl, y los arqueros que eran muy diestros para tirar con arco lo encontraron; cuando Saúl los vio, tuvo mucho miedo delante de ellos.
4 Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, antes de que lleguen estos incircuncisos y me maten luego de torturarme. Pero su escudero se negó, pues tenía mucho miedo. Entonces Saúl, desenvainando su espada, se dejó caer sobre ella.
5 Al ver su escudero que Saúl había muerto, él también se dejó caer sobre su espada y pereció junto con él.
6 Así murió Saúl, sus tres hijos y su escudero; en aquel día todos sus hombres valientes murieron juntos.
7 Al ver todos los hombres de Israel que se encontraban al otro lado del valle y al otro lado del Jordán que el pueblo de Israel había escapado y que Saúl y sus hijos habían muerto, dejaron las ciudades y escaparon. Entonces los filisteos llegaron y las habitaron.
8 Entonces aconteció que al día siguiente, cuando los filisteos fueron a despojar a los muertos, encontraron a Saúl y a sus tres hijos muertos, caídos en el monte Gilboa.
9 Los decapitaron, les quitaron sus armas y mandaron emisarios a la tierra de los filisteos, a las aldeas, a las ciudades y a los alrededores, para llevar las buenas noticias ante sus ídolos y sus pueblos.
10 Y pusieron sus ropas y sus armas en la casa de sus ídolos, y colgaron sus cuerpos junto al muro de Bet-seán.
11 Al enterarse los moradores de Jabes de Galaad de lo que los filisteos habían hecho a Saúl,
12 todos los hombres fuertes se levantaron, caminaron toda la noche y retiraron del muro de Bet-seán el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos, y los trasladaron hasta Jabes donde los quemaron; enseguida tomaron sus huesos y los sepultaron debajo de una encina en Jabes, y ayunaron siete días.
13 Así murió Saúl, a causa de su gran infidelidad a Yahweh y por no haber cumplido lo que Él le había ordenado;
14 también por haber consultado a los espíritus de los muertos y no haber consultado a Yahweh su Dios. Por eso su reino fue entregado a David, hijo de Isaí.

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Introducción a I Crónicas

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