Exodo  15 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 27 versitos |
1 Entonces Moisés y los hijos de Israel entonaron a Yahweh este cántico, diciendo: ¡Cantaré a Yahweh con júbilo porque se ha exaltado grandemente! ¡Arrojó al mar a los caballos y a sus jinetes!
2 ¡Oh Yah! ¡Yahweh fuerte y glorioso! Tú has sido el Libertador para nosotros. Éste es mi Dios, yo le alabaré; el Dios de mi padre, yo le exaltaré.
3 Yahweh es poderoso y guerrero. ¡Yahweh es su nombre!
4 Arrojó al mar los carros del faraón y su ejército; hundió en el mar Rojo a sus guerreros selectos.
5 Los cubrieron los abismos; descendieron a las profundidades y se hundieron como piedras.
6 ¡Tu diestra, oh Yahweh, es gloriosa en poder! ¡Tu diestra, oh Yahweh, derrotó a tus enemigos!
7 Derribaste a los que te aborrecen con tu inmenso poder; enviaste tu furor y los consumió como a hojarasca.
8 Se amontonaron las aguas por el soplo de tu aliento, se acumularon las corrientes como en odres; los abismos fueron congelados en el corazón del mar.
9 Dijo el enemigo: “Perseguiré, daré alcance, repartiré el botín y mi alma los devorará; desenvainaré mi espada y mi mano los devastará”.
10 Pero tú soplaste tu aliento, y el mar los cubrió; se hundieron como plomo en las poderosas aguas.
11 ¿Quién es semejante a ti, oh Yahweh? ¿Quién como tú, glorioso en su santidad, temible y magnífico, el hacedor de portentos?
12 Alzaste tu diestra, y los devoró la tierra.
13 En tu misericordia condujiste a este pueblo que tú has rescatado; lo llevaste con tu poder a tu santa morada.
14 Lo escucharon los pueblos y se estremecieron; el pavor sobrecogió a los habitantes de Filistea.
15 Entonces los príncipes de Edom se aterraron; temblor se apoderó de los poderosos de Moab; todos los habitantes de Canaán quedaron desconcertados.
16 Caiga sobre ellos terror y temblor; se hundan como piedras ante la grandeza de tu brazo, hasta que tu pueblo haya cruzado, oh Yahweh, hasta que haya cruzado este pueblo al cual tú libraste.
17 Los traerás para plantarlos en el monte de tu heredad, el lugar que hiciste para tu habitación, oh Yahweh; tu santuario, oh Yahweh, que preparaste con tus manos.
18 Yahweh reinará eternamente y para siempre.
19 Porque los caballos del faraón, con sus carros y sus jinetes, se internaron en medio del mar, pero Yahweh volcó sobre ellos las aguas del mar; pero los hijos de Israel anduvieron sobre tierra seca por en medio del mar.
20 Entonces Mariam la profetisa, hermana de Aarón, tomó en su mano un pandero, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y con tamboriles.
21 Mariam las dirigía así: ¡Canten con júbilo alabanzas a Yahweh! ¡Porque grandemente se ha exaltado; ha echado al mar a los caballos y a sus jinetes!
22 Moisés hizo que los de la casa de Israel partieran del mar Rojo, y se dirigieron al desierto de Shur. Y anduvieron tres días por el desierto sin encontrar agua,
23 y llegaron a Mara. Pero no pudieron beber las aguas de Mara, pues eran amargas; por eso pusieron al lugar el nombre de Mara.
24 Entonces el pueblo se quejó ante Moisés, y le preguntaron: ¿Qué vamos a beber?
25 Y oró Moisés ante Yahweh, y Yahweh le mostró un árbol. Cuando él arrojó el árbol en las aguas, las aguas se volvieron dulces. Allí le enseñó leyes y decretos, y allí lo puso a prueba.
26 También le dijo: Si escuchas atentamente la voz de Yahweh tu Dios, y haces lo que es grato delante de Él, obedeciendo sus ordenanzas y guardando todos sus estatutos, ninguna de las plagas que traje contra los egipcios te sobrevendrá. Porque yo soy Yahweh tu sanador.
27 Y llegaron a Elim, donde había doce manantiales de agua y setenta palmeras. Y allí acamparon junto a las aguas.

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Introducción a Exodo 

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