Proverbios 23 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 35 versitos |
1 Cuando te sientes a comer con un gobernante, considera muy bien lo que ponen frente a ti,
2 no sea que pongas puñal en tu boca, si eres hombre de mucho apetito.
3 No desees sus manjares, porque su pan es alimento engañoso.
4 No entres en conflicto con el rico, sino apártate de él prudentemente,
5 porque si fijas tu vista en él, no te mirará, porque se hará alas como de águila y volará al firmamento.
6 No comas con el hombre glotón ni desees sus viandas,
7 porque es semejante al hombre que traga brea; del mismo modo, tú comes y bebes junto con él, pero su corazón no está contigo;
8 el pan que comas lo vomitarás y echarás a perder tus suaves palabras.
9 No hables delante del insensato, porque verá con desprecio tus palabras.
10 No alteres el lindero antiguo, ni te metas al campo de los huérfanos,
11 porque su Salvador es poderoso y Él defenderá su causa en tu contra.
12 Haz entrar tu corazón en disciplina y tus oídos a la palabra de entendimiento.
13 No detengas la disciplina del muchacho, pues si lo azotas no morirá;
14 porque tú lo azotarás con vara, pero librarás su alma del Seol.
15 Hijo mío, si tu corazón es sabio, también mi corazón se regocijará;
16 y se complacerán mis entrañas cuando tus labios expresen integridad.
17 No tenga tu corazón envidia de los pecadores, sino esté en el temor de Yahweh cada día;
18 porque tendrás un final, y tu esperanza no será frustrada.
19 Hijo mío, presta atención y sé sabio, y mi reflexión dirija tu corazón.
20 No te embriagues con vino, ni seas glotón,
21 porque el que se embriaga con vino y es glotón, irá en decadencia, y el dormilón vestirá harapos .
22 Pon atención a tu padre que te engendró y no desprecies la vejez de tu madre.
23 Adquiere la verdad y no vendas la sabiduría, ni la inteligencia, ni la disciplina.
24 El padre del justo se gozará y se regocijará en gran manera; engendrará un sabio y su padre se gozará en él.
25 Tu padre y tu madre se gozarán en ti, y se regocijará en gran manera la que te dio a luz.
26 Hijo mío, entrégame tu corazón, y tus ojos observen mis caminos,
27 porque fosa profunda es la mujer ramera y pozo de angustia la mujer extraña,
28 que súbitamente destruye y gran cantidad de hombres incrementan su iniquidad.
29 ¿Para quién es el ay? ¿Para quién es el problema? ¿Para quién es la disputa? ¿Para quién son los males? ¿Para quién son las heridas sin razón? ¿Y para quién son los ojos amoratados?
30 Sólo para aquellos que permanecen en el vino y para los que buscan dónde está el banquete. No te embriagues con vino, sino habla con los hombres justos y camina y conversa con ellos.
31 No pongas tus ojos en el vino cuando rojea en la copa, más bien reflexiona en la justicia;
32 porque el resultado del vino es semejante a la mordedura de una serpiente y a la de un basilisco volador.
33 Tus ojos verán cosa extraña, y entonces tu corazón hablará perversidades.
34 Serás semejante al que yace en lo profundo del mar, o como un marinero en medio de una violenta tempestad;
35 y dirás: “Me golpearon, pero no sentí; hicieron mofa de mí, pero no me di cuenta. Cuando me levante iré a buscarlo”.

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Introducción a Proverbios

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