Mateo 23 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 39 versitos |
1 Dirigiéndose Jesús después a la multitud y a sus discípulos,
2 les dijo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos;
3 por tanto, cualquier cosa que les digan que guarden, guárdenla y pónganla por obra, pero no hagan conforme a sus hechos, porque ellos dicen pero no hacen,
4 porque atan cargas pesadas, colocándolas luego sobre las espaldas de los hombres, pero ellos mismos no las quieren tocar ni con el dedo.
5 Y todos sus hechos los llevan a cabo para ser vistos por los hombres, pues ensanchan sus filacterias y prolongan los flecos de sus túnicas;
6 les gustan los lugares de honor en los banquetes y los principales asientos en las sinagogas;
7 los saludos reverentes en las calles y ser llamados por los hombres: “Rabí”.
8 Pero a ustedes que no los llamen “Rabí”, porque uno es su Maestro y todos ustedes son hermanos.
9 A ninguno llamen padre en la tierra, porque uno es su Padre, que está en el Cielo.
10 Tampoco que los llamen dirigentes, porque uno es su Guía, el Cristo,
11 sino que el mayor entre ustedes sea su servidor,
12 porque el que se exalte, será humillado, y el que se humille, será exaltado.
13 Pero ¡ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas! Porque devoran las casas de las viudas con el pretexto de hacer prolongadas sus oraciones. Por eso recibirán mayor condenación.
14 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas!, que cierran el reino del Cielo ante los hombres, y no entran ustedes ni dejan entrar a los que están entrando.
15 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas!, que recorren mar y tierra para hacer un prosélito, y cuando llega a serlo lo convierten dos veces más en hijo de la Guejana que ustedes.
16 ¡Ay de ustedes, guías ciegos!, que dicen: “El que jura por el templo, nada es, pero el que jura por el oro del templo, adquiere obligación”.
17 ¡Insensatos y ciegos!, porque, ¿qué es más importante, el oro o el templo que santifica al oro?
18 También dicen: “El que jura por el altar, nada es, pero el que jura por la ofrenda que está encima de él, adquiere obligación”.
19 ¡Insensatos y ciegos!, porque, ¿qué es más importante, la ofrenda o el altar que santifica la ofrenda?
20 Porque el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está encima de él,
21 y el que jura por el templo, jura por él y por el que mora en él,
22 y el que jura por el Cielo, jura por el trono de Dios y por el que está sentado en él.
23 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas! Porque pagan el diezmo de la menta, el eneldo y el comino, pero pasan por alto los aspectos más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Estas cosas debían haber hecho, sin dejar de hacer aquéllas.
24 ¡Guías ciegos!, que cuelan los mosquitos pero engullen los camellos.
25 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas!, que limpian la parte externa del vaso y del plato, pero internamente están llenos de saqueo y de iniquidad.
26 ¡Fariseos ciegos! Limpien primero la parte interna del vaso y del plato, para que también la parte externa quede limpia.
27 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas!, porque son semejantes a sepulcros blanqueados que exteriormente parecen hermosos, pero en el interior están llenos de huesos de muerto y de toda inmundicia.
28 De la misma manera, ustedes presentan a los hombres una apariencia externa de justos, pero en su interior están llenos de iniquidad y de hipocresía.
29 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas! Porque erigen sepulcros a los profetas y adornan los sepulcros de los justos,
30 y dicen: “Si hubiéramos vivido durante los días de nuestros padres, no hubiéramos participado con ellos en el derramamiento de sangre de los profetas”,
31 testificando en contra de ustedes mismos que son descendientes de los que mataron a los profetas,
32 colmando también ustedes la medida de sus padres.
33 ¡Serpientes! ¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparán de la condenación de la Guejana?
34 Por tanto, he aquí, yo les envío profetas, sabios y escribas, y a unos les darán muerte y los crucificarán, y a otros azotarán en sus propias sinagogas, y los perseguirán de una ciudad a otra,
35 para que venga sobre ustedes toda la sangre de los justos que ha sido derramada en la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, a quien ustedes dieron muerte entre el templo y el altar .
36 De cierto les digo que todas estas cosas le sobrevendrán a esta nación.
37 ¡Jerusalén, Jerusalén, tú que mataste a los profetas y apedreaste a los que te fueron enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos bajo sus alas, pero se negaron!
38 He aquí, su casa les será dejada desierta.
39 Yo les digo, pues, que de aquí en adelante no me verán hasta que digan: “BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DE YAHWEH ”.


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