Hechos 15 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 41 versitos |
1 Y algunos descendían de Judea y enseñaban a los hermanos, diciendo: Si ustedes no se circuncidan según la costumbre de la ley, no pueden ser salvos.
2 Y Pablo y Bernabé tuvieron gran desacuerdo y debate con ellos. Y aconteció que a causa de este desacuerdo, Pablo y Bernabé y algunos otros con ellos, se dirigieron a los apóstoles y a los ancianos que estaban en Jerusalén.
3 Y la congregación les envió acompañantes. Y viajaban por toda Fenicia y también entre los samaritanos, contando acerca del arrepentimiento de los gentiles, causando así gran regocijo a todos los hermanos.
4 Cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la congregación, por los apóstoles y por los ancianos, a quienes les contaron todo cuanto Dios había hecho con ellos.
5 Y algunos de la secta de los fariseos que habían creído, se levantaron y dijeron: Es necesario circuncidarlos y ordenarles que observen la ley de Moisés.
6 Entonces los apóstoles y los ancianos se reunieron para considerar este asunto,
7 y después de mucha discusión, levantándose Simón, les dijo: Varones hermanos, ustedes están enterados de que desde los primeros días Dios escogió que los gentiles escucharan a través de mi boca la palabra del Evangelio y creyeran.
8 Y Dios, que conoce lo que hay en los corazones, ha testificado de ellos y les ha dado el Espíritu Santo al igual que a nosotros,
9 no haciendo ninguna diferencia entre nosotros y ellos, porque limpió sus corazones mediante la fe.
10 Ahora pues, ¿por qué provocan ustedes a Dios colocando sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido sobrellevar?
11 Pero creemos que por la gracia de nuestro Señor Jesucristo seremos salvos de la misma manera que ellos.
12 Entonces toda la multitud guardó silencio, y escuchaban a Pablo y a Bernabé que narraban todos los portentos y prodigios que Dios había hecho entre los gentiles por medio de ellos,
13 y después de que ellos guardaron silencio, Jacobo se levantó y dijo: Varones hermanos nuestros, escúchenme:
14 Simón les ha narrado la manera en que Dios comenzó a escoger de entre los gentiles un pueblo para su Nombre,
15 y con esto coinciden las palabras de los profetas, como está escrito:
16 “DESPUÉS DE ESTO VOLVERÉ Y LEVANTARÉ EL TABERNÁCULO DE DAVID QUE ESTÁ CAÍDO, Y REEDIFICARÉ LO QUE DE ÉL ESTÁ CAÍDO, Y LO LEVANTARÉ,
17 PARA QUE EL RESTO DE LOS HOMBRES BUSQUE A YAHWEH, Y TODOS LOS GENTILES QUE SON LLAMADOS POR MI NOMBRE, DICE YAHWEH QUE HACE TODAS ESTAS COSAS.
18 “LAS OBRAS DE DIOS SON CONOCIDAS DESDE LA ANTIGÜEDAD”,
19 por lo cual yo digo que no se acose a los que se han vuelto a Dios de entre los gentiles,
20 sino que les enviemos un mensaje diciéndoles que se aparten de la contaminación de lo que se sacrifica a los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado y de sangre,
21 porque desde las primeras generaciones Moisés ha tenido predicadores en cada ciudad, y tiene quiénes lo lean cada día de reposo en la sinagoga.
22 Enseguida los apóstoles y los ancianos, juntamente con toda la congregación, escogieron varones de entre ellos y los mandaron a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, varones que eran líderes entre los hermanos,
23 y enviaron una carta por medio de ellos, diciendo así: Los apóstoles, los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, saludos.
24 Nos hemos enterado de que han salido algunos de nosotros y los han llenado de temor con palabras, perturbando sus almas, diciendo que se circunciden y observen la ley, lo cual nosotros no les hemos ordenado a ellos,
25 por lo que, habiéndonos reunido, todos nosotros nos propusimos y escogimos unos varones y los enviamos a ustedes con Pablo y Bernabé, amados nuestros,
26 varones que han entregado sus vidas por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
27 Hemos enviado con ellos a Judas y a Silas, que les dirán de palabra las mismas cosas,
28 porque el deseo del Espíritu Santo, y también el nuestro, es no imponerles una carga mayor, salvo estas cosas que son necesarias:
29 que se abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación, porque guardándose ustedes de estas cosas harán bien. Permanezcan firmes en nuestro Señor.
30 Entonces los que habían sido enviados llegaron a Antioquía, y reuniendo a todo el pueblo, entregaron la carta,
31 y cuando la hubieron leído, se regocijaron y fueron consolados,
32 y con abundancia de palabras, Judas y Silas fortalecieron a los hermanos y confirmaron a los de la casa, porque también ellos eran profetas.
33 Y después de que se quedaron allí algún tiempo, los hermanos despidieron a los apóstoles en paz,
34 pero a Silas le pareció bien quedarse allí.
35 Por su parte, Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía enseñando y proclamando la palabra de Dios en compañía de muchos otros.
36 Luego de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Regresemos y visitemos a los hermanos en todas las ciudades en las cuales hemos proclamado la palabra de Dios, para ver qué hacen,
37 y Bernabé deseaba llevar a Juan, que era llamado Marcos,
38 pero Pablo no quería llevarlo con ellos, porque los había abandonado cuando estaban en Panfilia y no había ido con ellos.
39 Y debido a esta controversia, se separaron el uno del otro, y Bernabé tomó a Marcos, y navegaron y se dirigieron a Chipre,
40 pero Pablo escogió a Silas y partió, siendo encomendado por los hermanos a la gracia de Dios.
41 Y viajaba por Siria y Cilicia confirmando a las congregaciones.

Patrocinio

 
 

Introducción a Hechos

Fuente: