1 »Cuando entres en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da como preciada posesión y la conquistes y te establezcas en ella, |
2 coloca una parte de las primicias de cada cosecha en una canasta y llévala al lugar de adoración designado, el lugar que el SEÑOR tu Dios elija para que su nombre sea honrado. |
3 Preséntate al sacerdote que esté a cargo en ese momento y dile: “Con esta ofrenda reconozco ante el SEÑOR su Dios que he entrado en la tierra que él juró a nuestros antepasados que nos daría”. |
4 Entonces el sacerdote tomará la canasta de tus manos y la colocará frente al altar del SEÑOR tu Dios. |
5 »En la presencia del SEÑOR tu Dios tendrás que decir: “Mi antepasado Jacob era un arameo errante que fue a vivir como extranjero a Egipto. Su familia era poco numerosa cuando llegó, pero en Egipto creció hasta volverse una nación grande y poderosa. |
6 Cuando los egipcios nos oprimieron y nos humillaron al hacernos sus esclavos, |
7 nosotros clamamos al SEÑOR, Dios de nuestros antepasados. Él oyó nuestro clamor y vio las privaciones, el trabajo pesado y la opresión que pasábamos. |
8 Y así el SEÑOR nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo poderoso, con terror aplastante y con señales milagrosas y con maravillas. |
9 ¡Nos trajo hasta este lugar y nos dio esta tierra donde fluyen la leche y la miel! |
10 Y ahora, oh SEÑOR, te traigo las primicias de las cosechas que me has dado de la tierra”. Luego coloca las primicias ante el SEÑOR tu Dios y póstrate ante él en adoración. |
11 Después podrás irte y celebrar por todas las cosas buenas que el SEÑOR tu Dios te haya dado a ti y a los de tu casa. No te olvides de incluir en la celebración a los levitas y a los extranjeros que vivan en medio de ti. |
12 »Cada tres años, tienes que ofrecer un diezmo especial de tus cosechas. Ese año del diezmo especial, todos los diezmos serán para los levitas, los extranjeros, los huérfanos y las viudas, para que tengan suficiente comida en tus ciudades. |
13 Entonces, en la presencia del SEÑOR tu Dios, tendrás que declarar: “Tomé la ofrenda sagrada de mi hogar y se la entregué a los levitas, a los extranjeros, a los huérfanos y a las viudas, tal como me lo ordenaste. No desobedecí ni olvidé ninguno de tus mandatos. |
14 No comí nada de esta ofrenda mientras estuve de luto; no la toqué cuando estuve ceremonialmente impuro; no ofrecí ninguna porción a los muertos. Obedecí al SEÑOR mi Dios e hice todo lo que me ordenaste. |
15 Ahora, mira desde tu morada en el cielo y bendice a tu pueblo Israel y a esta tierra que juraste a nuestros antepasados que nos darías, una tierra donde fluyen la leche y la miel”. |
16 »Hoy el SEÑOR tu Dios te ordena obedecer todos sus decretos y ordenanzas. Así que asegúrate de obedecerlos de todo corazón. |
17 Tú has declarado hoy que el SEÑOR es tu Dios y has prometido andar en sus caminos y obedecer sus decretos, mandatos y ordenanzas, y hacer todo lo que él te diga. |
18 El SEÑOR ha declarado hoy que tú eres su pueblo, su tesoro especial, tal como lo prometió, y que debes obedecer todos sus mandatos. |
19 Si lo haces, él te pondrá muy por encima de todas las otras naciones que creó. Entonces recibirás alabanza, honra y fama. Serás una nación santa para el SEÑOR tu Dios, tal como lo prometió». |