Tito 3 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 15 versitos |
1 Recuerda a todos que respeten a los gobernantes y a las autoridades, que les obedezcan y estén siempre dispuestos para cualquier obra buena.
2 Que no injurien a nadie y sean amantes de la paz, que sean benévolos y demuestren una gran humildad con todos los hombres.
3 Porque también nosotros antes éramos insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de los malos deseos y de toda clase de concupiscencias, y vivíamos en la maldad y la envidia, siendo objeto de odio y odiándonos los unos a los otros.
4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres,
5 no por las obras de justicia que habíamos realizado, sino solamente por su misericordia, él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo.
6 Y derramó abundantemente ese Espíritu sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador,
7 a fin de que, justificados por su gracia, seamos en esperanza herederos de la Vida eterna.
8 Esta es una doctrina digna de la fe, y quiero que en este punto seas categórico, para que aquellos que han puesto su fe en Dios procuren destacarse por sus buenas obras. Esto sí que es bueno y provechoso para los hombres.
9 Evita, en cambio, las investigaciones insensatas, las genealogías, las polémicas y las controversias sobre la Ley: todo esto es inútil y vano.
10 En cuanto a los que crean facciones, después de una primera y segunda advertencia, apártate de ellos:
11 ya sabes que son extraviados y pecadores que se condenan a sí mismos.
12 Cuando te mande a Artemás o a Tíquico, trata de ir a mi encuentro en Nicópolis, porque es allí donde he decidido pasar el invierno.
13 Toma todas las medidas necesarias para el viaje del abogado Zenas y de Apolo, a fin de que no les falte nada.
14 Los nuestros deben aprender a destacarse por sus buenas obras, también en lo que se refiere a las necesidades de este mundo: de esa manera, su vida no será estéril.
15 Recibe el saludo de todos los que están conmigo. Saluda a aquellos que nos aman en la fe. La gracia del Señor esté con todos ustedes.

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Introducción a Tito


CARTA A TITO

En la CARTA A TITO predominan una vez más los temas pastorales. Después de evangelizar la isla de Creta, Pablo encomendó a este discípulo, que era de origen pagano ( Gal_2:1-4 ), la tarea de organizar las comunidades cristianas, estableciendo en cada ciudad un "colegio" de presbíteros ( Gal_1:5 ). Más tarde, le envió esta Carta dándole instrucciones acerca del gobierno de la Iglesia y de la elección de sus ministros ( Gal_1:5-9 ), así como también sobre la manera de exhortar a las diversas categorías de sus miembros ( Gal_2:1-10 ). Al mismo tiempo, le recuerda la responsabilidad que tiene de comunicar fielmente la enseñanza recibida ( Gal_2:1 ).

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Tito 3,1-15

1. Ver nota Rom_13:1-7.

5. "No por las obras de justicia": ver Rom_3:27-30; 2Ti_1:9.

10. Ver Mat_18:15-17.