Hebreos 1 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 14 versitos |
1 Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras,
2 ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.
3 El es el resplandor de su gloria y la impronta de su ser. El sostiene el universo con su Palabra poderosa, y después de realizar la purificación de los pecados, se sentó a la derecha del trono de Dios en lo más alto del cielo.
4 Así llegó a ser tan superior a los ángeles, cuanto incomparablemente mayor que el de ellos es el Nombre que recibió en herencia.
5 ¿Acaso dijo Dios alguna vez a un ángel: "Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy"? ¿Y de qué ángel dijo: "Yo seré un padre para él y él será para mí un hijo"?
6 Y al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios nos dice: "Que todos los ángeles de Dios lo adoren".
7 Hablando de los ángeles, afirma: "A sus ángeles, los hace como ráfagas de viento; y a sus servidores como llamas de fuego".
8 En cambio, a su Hijo le dice: "Tu trono, Dios, permanece para siempre. El cetro de tu realeza es un cetro justiciero.
9 Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad. Por eso Dios, tu Dios, te ungió con el óleo de la alegría, prefiriéndote a tus compañeros".
10 Y también le dice: "Tú, Señor, al principio fundaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos.
11 Ellos desaparecerán, pero tú permaneces. Todos se gastarán como un vestido
12 y los enrollarás como un manto: serán como un vestido que se cambia. Pero tú eres siempre el mismo, y tus años no tendrán fin".
13 ¿Y a cuál de los ángeles dijo jamás: "Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies"?
14 ¿Acaso no son todos ellos espíritus al servicio de Dios, enviados en ayuda de los que van a heredar la salvación?

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Introducción a Hebreos


CARTA A LOS HEBREOS

A pesar de su conclusión en estilo epistolar, este largo escrito presenta el aspecto de una homilía o sermón litúrgico. Sus destinatarios tenían necesidad de unas "palabras de exhortación" (13. 22), porque su fe estaba en peligro. Después del primer entusiasmo de la conversión, se habían dejado arrastrar por la fatiga y el desaliento. Algunos desertaban de las asambleas cultuales, y su formación cristiana dejaba mucho que desear. Por otra parte, las pruebas y persecuciones habían provocado el desconcierto.
Para exhortar a los cristianos a seguir el camino que conduce de este mundo perecedero al mundo celestial, el autor presenta a Jesucristo como el Sumo Sacerdote que con su muerte selló la Nueva Alianza entre Dios y los hombres, y que ahora ejerce en el cielo una mediación eterna. A la vez, describe el itinerario del nuevo Pueblo de Dios en marcha hacia la Tierra prometida, bajo la guía del mismo Jesucristo. La comparación con los personajes e instituciones del Antiguo Testamento destaca la suprema grandeza de Cristo y la superioridad de la Nueva Alianza con respecto a la Antigua.
En esta CARTA A LOS HEBREOS no hay nada que no esté de acuerdo con el pensamiento de Pablo, pero el estilo, el vocabulario y la manera de interpretar el Antiguo Testamento reflejan una personalidad que no es la del Apóstol. Al respecto, son muy acertadas las palabras de Orígenes, escritor cristiano del siglo II: "Los pensamientos son de Pablo, pero las frases y la redacción son de otra persona... Unicamente Dios sabe quién escribió esta Carta". Lo que sí puede establecerse con certeza es que el autor es un judío helenista, muy buen conocedor de la traducción griega del Antiguo Testamento, cuyos destinatarios son cristianos provenientes del Judaísmo. En cuanto al lugar y fecha de composición, es muy probable que la misma haya sido escrita en Roma (13. 24), entre los años 70 y 80.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas

Hebreos 1,1-14

3. «El resplandor de su gloria y la impronta de su ser»: Cristo, el Hijo de Dios, es la perfecta imagen del Padre, como la marca impresa por un sello ( 2Co_4:4; Col_1:15). Ver Sab_7:26.

5. Sal_2:7; 2Sa_7:14.

6. Deu_32:43 (texto griego).

7. Sal_104:4.

8-9. Sal_45:7-8.

10-12. Sal. 102 26-28

13. Sal. 110. 1.