Eclesiástico 25 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 26 versitos |
1 Tres cosas desea mi alma | que agradan al Señor y a los humanos: | concordia entre hermanos, amistad entre vecinos, | y marido y mujer bien avenidos.
2 Tres tipos de personas detesta mi alma | y su conducta me llena de indignación: | pobre orgulloso, rico embustero, | y viejo lascivo e insensato.
3 Si en la juventud no has recogido nada, | ¿cómo quieres encontrar algo en la vejez?
4 ¡Qué bien sienta a las canas el juicio, | y a los ancianos saber aconsejar!
5 ¡Qué bien sienta a los ancianos la sabiduría, | y a los ilustres la reflexión y el consejo!
6 La mucha experiencia es la corona de los ancianos, | y su orgullo es el temor del Señor.
7 Hay nueve situaciones que considero dichosas, | y una décima que la diré con palabras: | el hombre satisfecho de sus hijos, | el que en vida puede ver la caída de sus enemigos.
8 Dichoso el que vive con una mujer sensata | y el que no tiene que arar con buey y asno; | el que no resbala con su lengua | y el que no sirve a un amo indigno de él.
9 Dichoso el que ha encontrado la prudencia, | y quien se dirige a oídos atentos.
10 ¡Qué grande es el que encuentra la sabiduría! | Pero nadie aventaja al que teme al Señor.
11 El temor del Señor está por encima de todo, | el que lo posee, ¿a quién se le puede comparar?
12 El temor del Señor es el comienzo de su amor; | pero es la fe lo que hace que nos unamos a él.
13 ¡Cualquier herida, menos la del corazón! | ¡cualquier maldad, menos la de mujer!
14 ¡Cualquier desgracia, menos la que proviene de los adversarios! | ¡Cualquier venganza, menos la de los enemigos!
15 No hay veneno como el de la serpiente, | ni furia como la del enemigo.
16 Prefiero vivir con un león o dragón | que convivir con una mujer malvada.
17 La maldad de la mujer desfigura su semblante | y oscurece su rostro como el de un oso.
18 Su marido se sienta entre los vecinos | y sin poder contenerse suspira amargamente.
19 Toda malicia es poca junto a la de la mujer, | ¡que la suerte del pecador caiga sobre ella!
20 Cuesta arenosa para pies de anciano, | así es la mujer charlatana para un marido pacífico.
21 No te dejes seducir por la belleza femenina, | ni te apasiones por una mujer.
22 Motivo de indignación, deshonra y vergüenza | es la mujer que mantiene a su marido.
23 Corazón abatido, rostro sombrío | y herida del corazón es la mujer malvada. | Manos caídas y rodillas vacilantes | es la mujer que no hace feliz a su marido.
24 ° Por la mujer empezó el pecado, | y por su culpa todos morimos ° .
25 No des salida al agua, | ni libertad de palabra a la mujer malvada.
26 Si no se comporta según tu voluntad, | apártala de tu lado.

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Introducción a Eclesiástico

ECLESIÁSTICO

Este libro, también conocido como Sirácida o de Ben Sira, fue tan leído en la Iglesia antigua que recibió el nombre de Eclesiástico, es decir, libro de la asamblea (ekklesia). Es el único libro del Antiguo Testamento que lleva la firma de su autor (Sir 50:27); fue escrito originalmente en hebreo por un maestro de sabiduría conocido como Jesús Ben Eleazar Ben Sira, hacia el 180 a.C. en Jerusalén. Ben Sira fue un sabio, un escriba profesional enamorado de la ley y de la sabiduría. Su pretensión fue transmitir el patrimonio religioso de Israel a las nuevas generaciones que, sin duda, sentían la atracción del mundo griego y de su cultura. Sin rechazar por principio las nuevas ideas que se iban infiltrando en la sociedad judía, el sabio supo inculcar a los jóvenes el valor de sus tradiciones y, sobre todo, su fe incondicional en Dios

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Eclesiástico 25,24*25:24 Alusión al primer pecado de la humanidad en Gén 3:1-6; en el NT, véase Co 11:3Co 11:3; 1Ti 2:14 y Rom 5:12.