Genesis 24, 54-61

Después, el criado y sus acompañantes comieron y bebieron, y pasaron allí la noche. A la mañana siguiente, cuando se levantaron, el criado de Abrahán dijo: — Permítanme que regrese con mi amo. Pero el hermano y la madre de Rebeca le respondieron: — Deja que la muchacha se quede con nosotros unos diez días. Luego puede irse contigo. Pero el criado insistió: — Ya que el Señor ha dado éxito a mi viaje, no me entretengan; déjenme regresar con mi amo. Ellos dijeron: — Llamemos a la muchacha y que ella decida. Así que llamaron a Rebeca y le preguntaron: — ¿Quieres irte con este hombre? Ella respondió: — Sí. Entonces dejaron marchar a Rebeca y a su nodriza con el criado de Abrahán y sus acompañantes. Y bendijeron a Rebeca con estas palabras: Tú eres nuestra hermana; sé madre de miles y miles, y que tus descendientes conquisten las ciudades º enemigas. Después Rebeca y sus criadas se dispusieron para el viaje, montaron en los camellos y siguieron al hombre. Así fue como el criado de Abrahán marchó de allí llevando consigo a Rebeca.
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