Jeremías  6, 12-15

Sus casas pasarán a otros, también sus campos y mujeres, pues voy a extender mi mano sobre los habitantes del país —oráculo del Señor—. º Es que del pequeño al grande todos piensan en medrar; del profeta al sacerdote todos andan entre fraudes. º Han curado la herida de mi pueblo, pero sólo por encima, diciendo: “Paz, paz”, pero no hay paz. Deberían sentirse avergonzados por haber cometido abominaciones; pero no se van a avergonzar, ni siquiera conocen el pudor. Por eso caerán entre otros caídos, se hundirán cuando venga a castigarlos —dice el Señor—.
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