Numeros  14, 28-35

Diles, por tanto: “Esto es lo que dice el Señor: Juro por mi vida que los trataré conforme a sus murmuraciones º. En este desierto caerán sus cadáveres. De todos los que fueron censados de entre ustedes, mayores de veinte años y que han murmurado contra mí, ninguno entrará en la tierra en la que juré solemnemente establecerlos; con la única excepción de Caleb, hijo de Jefuné, y de Josué, hijo de Nun. A los hijos pequeños de ustedes, de quienes dijeron que serían botín del enemigo, sí les permitiré entrar; ellos conocerán la tierra que ustedes han rechazado. Así pues, los cadáveres de ustedes caerán en este desierto y sus hijos vagarán por él como nómadas durante cuarenta años, sufriendo el castigo de la infidelidad de ustedes, hasta que el último de ustedes se consuma en el desierto. Cargarán con las consecuencias de su culpa durante cuarenta años, conforme al número de los cuarenta días que estuvieron explorando la tierra, un año por cada día; así sabrán lo que significa enfrentarse a mí”. Yo, el Señor, he hablado; así trataré a toda esta multitud perversa que se ha confabulado contra mí: en este desierto serán aniquilados.
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