Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
24. Nuevos Vaticinios.
Tercera Bendición de Balaam (1-9).
1
Había visto Balaam que Yahvé se complacía en bendecir a Israel, y por eso no fue ya, como las otras veces, en busca del presagio, sino que se volvió de cara al desierto, 2
y, alzando los ojos, vio a Israel, acampado, tribu por tribu. Vino sobre él el espíritu de Yahvé, 3
y, tomando su parábola, dijo:
Oráculo de Balaam, hijo de Beor,
oráculo del hombre de los ojos cerrados1
,
4
oráculo de quien oye palabra de Dios,
del que ve visiones del Omnipotente,
de quien al caer se le abrieron los ojos.
5
¡Qué bellas son tus tiendas, oh Jacob!
¡Qué bellos tus tabernáculos, oh Israel!
6
Se extiende como un amplio valle,
como un jardín a lo largo de un río,
como áloe plantado por Yahvé,
como cedro que está junto a las aguas.
7
Desbórdanse de sus cubos las aguas,
su simiente goza de aguas abundantes.
Yérguese sobre Agag, su rey;
exaltaráse su reino.
8
El Dios que de Egipto le ha sacado,
es para él como la fuerza del unicornio.
Devora a las naciones enemigas,
tritura sus huesos,
las traspasa con sus saetas.
9
Se agacha, se posa como un león,
como una leona, ¿quién la concitará?
El que te bendiga será bendecido,
y el que te maldiga, maldito será.
Convencido Balaam de que Yahvé le impulsaba a
bendecir a Israel, no fue en busca del
presagio, como en las otras ocasiones, sino que, vuelto hacia el
desierto, profetizó, poseído por el
espíritu de Yahvé (v.2)2. Ante sus ojos está el campamento de los israelitas, acampados en la llanura o
desierto entre el Jordán y el monte Fogor o Fasga3. La comunicación divina, debida a la posesión de Balaam por el
espíritu de Yahvé, parece tener lugar en un transporte extático al estilo de los grandes profetas de Israel. Antes se le había revelado Yahvé en
sueños4, bajo la forma de ángel en el camino5, y le había puesto
palabras en su
boca. Ahora es poseído del
espíritu de Yahvé, contemplando por revelación el futuro del pueblo que tiene a su vista. Al comunicar su
oráculo (en heb.
ne'um, que significa transmisión íntima de un mensaje divino)6, se presenta como el
hombre de los ojos cerrados, aludiendo quizá a su anterior ceguera en el camino que no le permitía ver al
ángel de Yahvé, o quizá declarando que su comunicación la recibe interiormente sin auxilio de los sentidos externos;
así resalta que transmite la palabra de Dios. La introducción es enfática, para preparar a los oyentes para las grandes revelaciones que va a comunicar. Ahora no habla al rey de Moab, sino que solemnemente declara a todos las
visiones del Omnipotente o Saday (v.4). Está como fuera de sí, extraño al mundo sensible, atento sólo a las comunicaciones divinas, y al
caer en estado de éxtasis
se le abrieron los ojos para contemplar los designios divinos sobre Israel (v.4). El espectáculo que se le ofrece a su perspectiva profética es maravilloso:
¡qué bellas son tus tiendas, oh Jacob...; tus tabernáculos! (v.5)
. Balaam contempla a Israel ya establecido en la tierra prometida, como
un jardín a lo largo del río... Israel, como nación, crecerá como
aloe plantado por Yahvé, como cedro junto a las aguas (v.6). La feracidad es desbordante por la abundancia de aguas (v.7a).
Aparte de la feracidad de su suelo, Israel descollará entre las naciones por su poder, y las vencerá:
yérguese sobre Agag, su rey (v.7b). Aquí
Agag rey vencido por Saúl7 es el símbolo de los enemigos de Israel. Era rey de los amalecitas, que fueron los primeros en oponerse a Israel al salir de Egipto8. La liberación milagrosa, realizada por Yahvé, de Egipto es prenda de que Israel
devorará a las
naciones enemigas (v.8). Israel será como un león que
tritura la presa9, y ningún enemigo podrá inquietarle en su paz victoriosa.
El v.6b parece adición inspirada en
Gen_27:29 : Sera bendecido el que le bendiga, y maldito el que le maldiga.
Vaticinio Final de Balaam (10-25).
10
Encendido en ira Balac contra Balaam y palmeteando, le dijo: Te he llamado para maldecir a mis enemigos, y tú los has colmado de bendiciones ya por tres veces, 11
Ahora huye pronto a tu tierra; yo pensaba honrarte grandemente, pero Yahvé te ha privado de la gloria. 12
Respondióle Balaam: ¿No dije yo a tus mensajeros: 13
Aunque me diera Balac su casa llena de plata y oro, no podré contravenir la orden de Dios, haciendo por mí mismo cosa alguna, ni buena ni mala, contra sus órdenes, y solamente lo que Yahvé me diga, eso le diré? 14
Ahora, pues, que voy a irme a mi pueblo, ven que te diga lo que este pueblo ha de hacer al tuyo al fin de los tiempos, 15
Y, volviendo a tomar la palabra, dijo:
Oráculo de Balaam, hijo de Beor,
oráculo del hombre de los ojos cerrados;
16
oráculo del que oye palabras de Dios,
del que conoce los consejos del Altísimo (Elyón),
del que ve visiones del Omnipotente (Saday),
de quien al caer se le abrieron los ojos.
17
La veo, pero no ahora;
la contemplo, pero no de cerca:
Alzase de Jacob una estrella,
surge de Israel un cetro
que aplasta las sienes de Moab10
y el cráneo de los hijos del tumulto11
.
18
Edom es su posesión:
Seír, presa de sus enemigos;
Israel acrecienta su poder,
19
de Jacob sale el dominador,
que devasta de las ciudades las reliquias.
20
Y, mirando a Amelec, prosiguió:
La primera de las naciones es Amalee,
pero su fin será eterna ruina.
21
Luego, mirando a los quenitas, prosiguió su parábola:
Por fuerte que sea su morada,
aunque ponga en las rocas su nido,
22
el quenita será devastado, hasta que Asur le lleve cautivo.
23
Y volviendo a proferir su oráculo, prosiguió:
¿Quién vivirá cuando Dios lo ponga por obra?
24
Vendrán naves de Quitim,
que oprimirán a Asur y oprimirán a Eber;
también éste será dado a la ruina.
25
Partióse después Balaam y se volvió a su tierra,
y también Balac se fue por su camino.
El rey de Moab invita al adivino a volver a su tierra, pues no ha hecho sino lanzar bendiciones sobre Israel. Balaam se reafirma en su posición de fiel intérprete del mensaje de Yahvé, y desprecia los dones que le ofrecía Balac, por no traicionar al oráculo divino. Y solemnemente anuncia la suerte que le está reservada a su pueblo
al fin de los tiempos, frase que en el lenguaje profético indica la era mesiánica12. Con toda solemnidad y presentándose como el profeta del Altísimo (Elyón) y del
Omnipotente (Saday), epítetos arcaicos del Dios de los hebreos, anuncia la aparición de un astro en Israel que aplastará a Moab y someterá a los edomitas. El adivino lo anuncia como lejano:
lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no de cerca (v.17a). Ante sus ojos proféticos atónitos aparece una
estrella que sale de Jacob y un
cetro que sale de Israel,
que aplasta las sienes de Moab... (17c). Aunque el texto no lo diga expresamente, parece que esa
estrella y ese
cetro están encarnados en una persona13. Es corriente en la antigüedad comparar a los reyes a un
astro o lucero, que ilumina con sus iniciativas el imperio14. Aquí Balaam predice la victoria de un futuro Rey que ha de surgir de Israel sobre Moab y Edom-Seír (v.18), que se había opuesto al paso de los israelitas por su territorio. Pero en el futuro de Israel saldrá un
dominador que arrasará el territorio edomita:
devasta de las ciudades las reliquias15. Es el prenuncio de las devastaciones que vaticinarán los profetas16.
Después sigue el oráculo contra los
amalecitas, pueblo considerado como muy antiguo:
la primera de las naciones (v.20), mencionado en la historia de Abraham17, pero no aparece en la tabla etnográfica18. Su fin como nación está decidido En
Deu_25:17-19 se ordena borrar la memoria de Amalee bajo el cielo. Por haberse opuesto a los israelitas al salir de Egipto19, eran los primeros en ser odiados, y ellos impidieron la penetración en Canaán por el sur20, y después no cejaron en la lucha contra los hebreos cuando éstos entraron en Canaán21. Fueron vencidos por Saúl22 y David23, y los restos del pueblo perecieron en tiempos de Ezequías24. Es el cumplimiento literal de este vaticinio puesto en boca de Balaam.
A continuación sigue el oráculo contra los
quenitas (v.21-22), tribu emparentada con los madianitas, de la península sinaítica, y que no se opusieron a la marcha de los isrealitas por el desierto25. Parte de ella fue asimilada a la tribu de Judá26, y parte a la de Neftalí27; pero la mayor parte siguió en la estepa conviviendo junto a los amalecitas; por eso ahora se nombra a continuación de éstos. Y quizá por esto se les asocia en la maldición, a pesar de que muchos quenitas tuvieron buenas relaciones con los israelitas en tiempos de la monarquía28. Balaam anuncia aquí que serán llevados cautivos por
Asur, la gran potencia militar que en el siglo VIII antes de Cristo invadió el Oriente Próximo. En la gran redada de Te-glatfalasar III fueron llevadas poblaciones de quenitas que se habían instalado en Canaán septentrional29. El profeta presenta a los quenitas teniendo su
nido en las
rocas. Es un juego de palabras entre
qeni (quenita o cineo) y
qen (nido). Quizá aluda a su morada en la zona rocosa-montañosa que bordea a Edom.
Oráculo contra Asur
y Eber: el texto es oscuro. Se anuncia la llegada de un pueblo invasor-vengador, en naves de
Quitim o Chipre (nombrado así por su ciudad
Kition)
, colonia fenicia. El nombre designa también en sentido amplio a los países costeros del Mediterráneo30. Aquí el profeta anuncia la destrucción de Asiria y
Eber (designación genérica de Mesopotamia?)31 por un pueblo invasor mediterráneo. Quizá aquí Asur
y Eber designen un imperio meso-potámico oriental, que puede ser el persa32, y el invasor sería entonces Alejandro Magno33. Este oráculo, como los dos anteriores, sobre los amalecitas y quenitas, es considerado como adición tardía al texto primitivo de los vaticinios atribuidos a Balaam. El oráculo contra Amalee sería de la época del exterminio de los amalecitas por Ezequías (s.VIII a.C.), y el oráculo contra los quenitas reflejaría también esta época de supremacía asiria, mientras que el oráculo contra Asiria sería posterior.
Interpretación Mesiánica del Vaticinio de Balaam.
Muchos autores niegan todo carácter mesiánico al oráculo de Balaam sobre Israel y creen que el contexto sólo alude a las victorias de David sobre los moabitas34. Se trataría, pues, de una prophetia post eventum puesta en boca de un legendario adivino gentil de los tiempos mosaicos. Otros admiten un sentido mesiánico, en cuanto que el triunfo de David sobre los moabitas es tipo de un triunfo más espectacular del Mesías sobre los enemigos tradicionales de Israel35. La tradición judía da un sentido netamente mesiánico al vaticinio. Así lo supone el Targum de Onkelos36, el de Jonatán37; y así lo entendió Bar Kokeba (hijo de la estrella) al apropiarse este nombre en su lucha contra Adriano (132 d. C.). La tradición cristiana es unánime en mantener el sentido mesiánico del vaticinio38. Los exegetas Ortodoxos admiten el mesianismo del fragmento, que deducen de la frase profético-mesiánica
al fin de los días (v.14). En este supuesto,
Moab y
Edom son en el vaticinio sólo
tipo de los enemigos de Israel en los tiempos mesiánicos, que han de ser vencidos por el Mesías, en sentido espiritual, por su doctrina39. Otros opinan que el vaticinio se refiere primariamente a David, que someterá a los moabitas40; pero esta sujeción es
tipo de la sujeción espiritual impuesta por el Mesías a los pueblos paganos41. Ceuppens distingue en el vaticinio distintas perspectivas:
a)
v.17a-b se refiere
directamente al Mesías; b)
I7C-19 alude a Moab, que ha de ser castigado por Israel. En la literatura profética, los moabitas y edomitas son símbolo de los enemigos del reino de Dios, del reino de Israel42. Bien puede, pues, aquí el profeta ver en el castigo histórico sobre los moabitas del tiempo davídico una proyección simbólica hacia los tiempos mesiánicos,
en que el Mesías de Israel someterá a todos los enemigos del pueblo de Dios43
.
Respecto de la persona histórica de Balaam, la tradición judeo-cristiana ha sido dura con él44. En
Num_31:16 se dice de él que pervirtió al pueblo israelita en la apostasía de Baalfegor. Y muere trágicamente cuando estaba entre los madianitas45. Su figura, sin embargo, queda como el tipo del vate gentil que reconoce por inspiración divina el futuro glorioso de Israel. La tradición
profética aparece así vinculada a un personaje legendario que, a pesar de su mentalidad gentílica, reconoce el poder insobornable del verdadero Dios de Israel. Sus palabras, calcadas en gran parte en el vaticinio de Jacob46, son el eco de una creencia israelita en el futuro mesiánico del pueblo elegido. Algunos autores han supuesto que el vaticinio de Balaam es obra de un profeta postexílico, pero en realidad la noción monoteísta del Dios de Israel que se refleja en él es ciertamente anterior al destierro, y aparece claramente expuesta en los profetas escritores del siglo VIII antes de Cristo. Es difícil saber cuál es el núcleo primitivo del vaticinio y la parte redaccional profética de los tiempos de la monarquía israelita.
1 La palabra hebrea traducida por
cerrados es oscura y sólo aparece aquí. Los LXX traducen: que ve con verdad. Siguiendo esta traducción, la
Bib. de Jér.: cuyo ojo es perfecto. 2 El texto no alude a los posibles medios utilizados por Balaam para obtener sus presagios. 3
Num_21:20. 4
Num_22:9;
Num_22:20. 5
Num_22:32. 6 Cf.
2Sa_23:1;
Sal_36:1. 7 Cf.
1Sa_15:8-9. Muchas antiguas versiones leyeron
Gog en vez de
Agag, viendo en el enemigo de Israel al rey de Magog, tipo de los enemigos del pueblo elegido en Ez c.38-39. 8 Cf.
Exo_17:8-13. 9
Gen_49:9. 10 Los LXX: los príncipes de Moab. La Btb.
de Jér.: las sienes de Moab. Así Condamin, Dennefeld. Ceuppens: habitantes de Moab., 11 El TM: hijos de Set. Así los LXX. Clamer: hijos del tumulto (leyendo se on ei vez de Set, por paralelismo con un texto de
Jer_48:45 : una llama devora las sienes de Moa el cráneo de los hijos del tumuíto; denominación despectiva aplicada a los moabitas por carácter belicoso y tumultuoso 12 Cf.
Ose_3:5;
Isa_2:2;
Miq_4:1;
Jer_48:47. 13 Los LXX traducen Üíèñùðïò; la Peshitta: risa (cabeza, o jefe); Onkelos,
mesisa (Mesías), en vez de
cetro. 14
Isa_14:12 llama al rey de Babilonia lucero de la mañana. Suetomo habla de la estrella de Julio César (
M. Caes. 88: Horacio,
Od. I 12.47)· El cabecilla de la insurrección judía contra Adriano se puso el nombre de
Bar Kokeba (hijo de la
estrella)
, creyendo cumplirse en su persona el vaticinio de Balaam. 15 No pocos autores corrigen el texto. Así la
Bib. de Jér.: Jacob domina sobre sus enemigos y hace perecer a los escapados de Ar. Clamer: De Jacob sale un dominador y aniquila lo que queda de Seír. 16 Cf.
Isa_60:12;
Miq_5:8;
Zac_12:6. 17
Gen_14:17. 18Gén 10 19 Ex 17. 20
Núm_14:43-45 21 Jue 3:13; 6:9:33; 7:12. 22
1Sa_15:7-9 23
1Sa_27:8. 24
1Cr_4:42-43 25
Num_10:29-32. 26
Jue_1:16. 27
Jue_4:11. 28
1Sa_15:6;
1Sa_30:29. 29
Jue_4:11. 30
1Ma_1:1;
Dan_11:30. 31
Gen_10:25. 32 Cf.
Esd_6:22. 33 Cf.
1Ma_1:1. 34 Cf.
2Sa_8:2. Asi opinan König,
Messian. Weissag. III; Dennefeld: DTC 10 (1929) 1420 35 Así Ewald, Schulz, Kurtz. 36 Se levanta de Jacob el rey, y de Israel será grande el ungido (Mesías); mata a los grandes del Moab y domina sobre todos los hijos de los hombres. 37 Cuando se levante el rey fuerte de la casa de Jacob y sea ungido el Mesías y cetro fuerte de Israel. 38 Cf. Teodoreto,
Quaest. in Num. c.44: PG 80,394; San Jerónimo,
Ep. 77
ad Oceanum: PL 22,695. Véase DB I 12903. 39 A. ? ea,
De Pentateucho 215. 40 Así Hummelauer,
In Num. 300-302. 41 Así Ewald, Schulz. 42 Cf.
Isa_25:9-11;
Isa_34:5-15;
Isa_63:1; Ez 35;
Abd_1:18;
Jer_48:45. 43 Véase F. Ceuppens,
De prophetiis messianicis in A, T. (Roma 1938) 99. 44 Cf.
2Pe_2:135; Jds III;
Apo_2:14. Agustín de Hipona le llama hombre pésimo (
In Hept. q-47: PL 34,740). Tomás de Aquino: profeta del diablo
(Summa Th. II-II q.172 a.6 ad i); San Jerónimo es más benévolo
(In Gen. 22,20: PL 23,971). 45
Num_31:8. 46
Gen_49:83.