I Macabeos 5, 37-44

Después de estos acontecimientos, juntó Timoteo un nuevo ejército y acampó frente a Rafón, al otro lado del torrente. Judas envió a reconocer el campamento y le trajeron el siguiente informe: «Todos los paganos de nuestro alrededor se le han unido y forman un ejército considerable. Tienen además, como auxiliares, árabes tomados a sueldo. Acampan al otro lado del torrente y están preparados para venir a atacarte.» Judas salió a su encuentro. Cuando se aproximaba con su ejército al torrente de agua, dijo Timoteo a los capitanes de sus tropas: «Si él lo pasa primero y viene sobre nosotros, no podremos resistirle, porque nos vencerá seguramente, pero si muestra miedo y acampa al otro lado del río, lo atravesaremos nosotros, iremos sobre él y le venceremos.»
Cuando Judas llegó al borde del torrente de agua, situó a los escribas del pueblo a la orilla y les dio esta orden: «No dejéis acampar a nadie; que todos vayan al combate.» Pasó él el primero contra el enemigo y toda su gente le siguió. Los paganos todos, derrotados ante ellos, tiraron las armas y corrieron a buscar refugio en el templo de Carnáin. Pero los judíos tomaron la ciudad y quemaron el templo con todos los que había dentro. Carnáin fue arrasada. Y ya nadie pudo resistir a Judas.
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