I Reyes 11, 29-33

Sucedió entonces que Jeroboán salía de Jerusalén y el profeta Ajías de Siló le salió al encuentro cubierto con un manto nuevo. Estando los dos solos en campo abierto, Ajías tomó el manto nuevo que llevaba puesto, lo rasgó en doce jirones y dijo a Jeroboán: «Toma diez jirones para ti, porque así dice Yahvé, Dios de Israel: Rasgaré el reino de manos de Salomón y te daré diez tribus. La otra tribu será para él, en atención a mi siervo David y a Jerusalén, la ciudad que me elegí entre todas las tribus de Israel; porque me ha abandonado y se ha postrado ante Astarté, diosa de los sidonios, ante Camós, dios de Moab, y ante Milcón, dios de los amonitas, y no ha seguido mis caminos, haciendo lo que es justo a mis ojos, ni mis decretos ni mis sentencias como su padre David.
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