Amos  4, 6-11

Yo* incluso os di dientes limpios* en todas vuestras ciudades, y falta de pan en todos vuestros lugares; ¡pero no habéis vuelto a mí! —oráculo de Yahvé—. Yo incluso os dejé sin lluvia, a tres meses todavía de la siega; hice que lloviera sobre una ciudad, y sobre otra hice que no lloviera; una parcela recibía lluvia, y otra parcela, sin lluvia, se secaba; dos, tres ciudades acudían a otra ciudad a beber agua, pero no se saciaban; ¡y no habéis vuelto a mí! —oráculo de Yahvé—. Os he herido con tizón y añublo, he secado* vuestras huertas y viñedos; vuestras higueras y olivares los ha devorado la langosta; ¡y no habéis vuelto a mí! —oráculo de Yahvé—. Os he enviado una peste, como la peste de Egipto; he matado a espada a vuestros jóvenes, mientras vuestros caballos eran capturados; he hecho subir a vuestras narices el hedor de vuestros campamentos; ¡y no habéis vuelto a mí! —oráculo de Yahvé—. Os he destruido, como aquella terrible destrucción de Sodoma y Gomorra*; habéis quedado como un tizón sacado de un incendio; ¡y no habéis vuelto a mí! —oráculo de Yahvé—.
Ver contexto