Jeremías  10, 17-22

Recoge del suelo tu mercancía, tú, que estás sitiada*, porque esto dice Yahvé: He decidido lanzar con honda a los moradores del país —¡esta vez va de veras!— y hundirlos en la angustia, de modo que den conmigo*. —«¡Ay de mí*, qué quebranto!, ¡cómo me duele la herida! Y yo que me decía: ‘Sólo es un sufrimiento, y me lo aguantaré’. Mi tienda ha sido saqueada, y todos mis tensores arrancados. Mis hijos me han dejado, ya no queda ninguno. No hay quien despliegue ya mi tienda ni quien ice mis toldos.» —Es que han sido torpes los pastores y no han buscado a Yahvé; así no obraron cuerdamente, y toda su grey fue dispersada. ¡Se oye un rumor!, ¡ya llega!: un gran estrépito del país del norte, para trocar las ciudades de Judá en desolación, guarida de chacales.
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