Isaías 11, 10-16


Retorno de los desterrados
35; Ez 37,15-28

Aquel día la raíz de Jesé
se levantará como una bandera
para los pueblos:
a ella acudirán las naciones
y será gloriosa su morada. Aquel día el Señor
tenderá otra vez su mano
para rescatar al resto de su pueblo:
a los que queden en Asiria
y Egipto y en Patros,
en Nubia y en Elam,
en Senaar y en Jamat y en las islas. Izará una bandera ante las naciones
para reunir a los israelitas desterrados
y congregar a los judíos dispersos
de los cuatro extremos del orbe. Cesará la envidia de Efraín
y se acabará el rencor de Judá:
Efraín no envidiará a Judá,
Judá no tendrá rencor a Efraín. Se lanzarán sobre la espalda
de los filisteos a occidente
y unidos despojarán
a las tribus de oriente;
Edom y Moab caerán en sus manos
y los amonitas se les someterán. El Señor secará
el golfo del mar de Egipto,
haciendo señas con la mano
a su viento abrasador,
y lo herirá en sus siete canales,
que se pasarán en sandalias. Y habrá una calzada
para el resto de su pueblo
que quede en Asiria,
como la tuvo Israel
cuando subió de Egipto.
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