Levítico 23, 15-21


Las primicias
Dt 26,1-11

Pasadas siete semanas completas, a contar desde el día siguiente al sábado – día en que llevaron la gavilla para la agitación ritual– , hasta el día siguiente al séptimo sábado, es decir, a los cincuenta días, harán una nueva ofrenda al Señor. Desde sus poblados traerán pan para la agitación ritual: dos tortas de dos décimos de harina de la mejor calidad, cocidas con levadura. Son las primicias del Señor. Además del pan, ofrecerán en holocausto al Señor siete corderos de un año sin defecto, un novillo y dos carneros, que junto con la ofrenda y las libaciones es ofrenda de aroma que aplaca al Señor. Ofrecerán también en sacrificio por el pecado un chivo y dos corderos de un año en sacrificio de comunión. El sacerdote lo agitará ritualmente, junto con el pan de las primicias, en presencia del Señor. Es porción santa del Señor para el sacerdote. El mismo día se reunirán en asamblea litúrgica y no harán trabajo alguno.
Ésta es una ley perpetua para todas las generaciones en cualquier lugar donde habiten.
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