Romanos  15, 15-20

Con todo, por la gracia recibida de Dios de ser ministro de Cristo Jesús para los paganos y sacerdote de la Buena Noticia de Dios, he tenido la audacia de escribirles y de refrescarles su memoria, para que la ofrenda de los paganos sea aceptable y consagrada por el Espíritu Santo. Por Cristo Jesús puedo sentirme orgulloso ante Dios. Pero no hablaré si no es de lo que Cristo ha realizado por intermedio mío para la conversión de los paganos: de palabra y de obra, con señales y prodigios, con la fuerza del Espíritu de Dios. Partiendo de Jerusalén y su región hasta Iliria he completado el anuncio de la Buena Noticia de Cristo. Me honra haber anunciado la Buena Noticia donde todavía no se había nombrado a Cristo, para no construir sobre cimiento ajeno;
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