I Pedro 4, 15-19

Que ninguno de vosotros tenga que sufrir por criminal, o por ladrón, o por malhechor, o por entrometido. Pero si es por cristiano, no se avergüence, sino dé gloria a Dios por este nombre. Porque ya es tiempo de que comience el juicio por la casa de Dios. Y si empieza por nosotros, ¿cuál será el final de los que se rebelan contra el Evangelio de Dios? Y «si el justo a duras penas se salva, ¿dónde podrá presentarse el impío y el pecador?». Así pues, también los que sufren según la voluntad de Dios, pongan sus almas en manos del Creador fiel, practicando el bien.
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