Deuteronomio  8, 2-7

Te acordarás de todo el camino que Yahvéh, tu Dios, te ha hecho andar durante estos cuarenta años por el desierto, para humillarte, probarte y saber lo que encierra tu corazón, y para ver si guardabas o no sus mandamientos. Te humilló, te hizo pasar hambre, te dio a comer el maná, que no conocías ni habían conocido tus padres, para que aprendieras que no sólo de pan vive el hombre, sino que vive también de cuanto sale de la boca de Yahvéh. Tu vestido no se envejeció sobre ti, ni se hinchó tu pie durante esos cuarenta años. Reconoce, pues, en tu corazón que Yahvéh te corrige como un hombre corrige a su hijo. Guardarás los mandamientos de Yahvéh, tu Dios, yendo por sus caminos y temiéndole. Porque Yahvéh, tu Dios, te conduce hacia una tierra buena, tierra de torrentes de agua, de fuentes y manantiales que brotan en la llanura y en la montaña;
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