Genesis 11, 2-4

Pero los hombres, cuando se desplazaron desde oriente, encontraron una llanura en la tierra de Sinar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: ¡Ea! Vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos al fuego. Y el ladrillo les sirvió de piedra y el betún de argamasa. Dijeron después: Vamos a edificarnos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue hasta el cielo, y hagámonos un nombre famoso, para no ser dispersados sobre la haz de toda la tierra.
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