Mateo 25, 31-40

Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria. Todas las naciones serán congregadas ante él, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a la izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre; tomad en herencia el reino que para vosotros está preparado desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me hospedasteis; estaba desnudo, y me vestisteis; caí enfermo, y me visitasteis; estaba en la cárcel, y fuisteis a verme. Entonces le responderán los justos: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te hospedamos, o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte? Y respondiendo el rey les dirá: Os lo aseguro: todo lo que hicisteis con uno de estos hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis.
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