Isaías 13, 9-13

¡Miren! Ahí llega el Día del Señor, día cruel, de furor y de ira ardiente, para hacer de la tierra una devastación y exterminar de ella a los pecadores. Porque los astros del cielo y sus constelaciones no irradiarán más su luz; el sol se oscurecerá al salir y la luna dejará de brillar. Yo castigaré al mundo por su maldad y a los malvados por su iniquidad. Pondré fin al orgullo de los arrogantes y humillaré la soberbia de los violentos Haré a los mortales más escasos que el otro fino, a los hombres, más escasos que el otro de Ofir. Por eso, haré temblar los cielos, y la tierra se moverá de su sitio bajo el furor del Señor de los ejércitos, en el día de su ira ardiente.
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