I Corintios 4, 7-16

Porque ¿quién es el que a ti te hace preferible? ¿ Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué te glorías, como si no lo hubieras recibido? ¿Ya estáis llenos? ¿Ya estáis ricos? ¿Sin nosotros habéis logrado el reino? Ojalá que lo hubierais logrado, para que también nosotros con vosotros reináramos. Porque, a lo que pienso, Dios a nosotros, los apóstoles, nos ha asignado el último lugar, como a condenados a muerte, pues hemos venido a ser espectáculo para el mundo, para los ángeles y para los hombres. Hemos venido a ser necios por amor de Cristo; vosotros sabios en Cristo; nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros ilustres, nosotros viles." Hasta el presente pasamos hambre, sed y desnudez, somos abofeteados y andamos vagabundos, y penamos trabajando con nuestras manos; afrentados, bendecimos, y perseguidos, lo soportamos;" difamados, consolamos; hemos venido a ser hasta ahora como desecho del mundo, como estropajo de todos." No escribo esto para confundiros, sino para amonestaros, como a hijos míos carísimos. Porque aunque tengáis diez mil pedagogos en Cristo, pero no muchos padres, que quien os engendró en Cristo por el Evangelio fui yo. Os exhorto, pues, a ser imitadores míos.
Ver contexto