II Samuel  12, 26-31

Joab, que asediaba Raba, de los hijos de Amón, se apoderó de la ciudad de las aguas y mandó mensajeros a David para decirle: “He atacado a Raba y ya me he apoderado de la ciudad de las aguas;" reúne, pues, al pueblo todo y ven a acampar contra la ciudad, para que no sea yo quien por mí mismo la tome y sea llamada con mi nombre.” David reunió al pueblo, y, marchando contra Raba, la atacó y se apoderó de ella. Quitó la corona de Milcom de sobre su cabeza, que pesaba un talento de oro. Tenía una piedra preciosa, y fue puesta en la cabeza de David, que tomó de la ciudad muy gran botín. A los habitantes los sacó de la ciudad y los puso a las sierras, a los trillos herrados, a las hachas, a los molinos y a los hornos de ladrillos. Eso mismo hizo con todas las ciudades de los hijos de Amón. Después se tornó David a Jerusalén con todo el pueblo.
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