Lucas 12, 1-8

Entre tanto, se fue juntando la muchedumbre por millares, hasta el punto de pisarse unos a otros, y comenzó El a decir a sus discípulos: Ante todo guardaos del fermento de los fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay oculto que no haya de descubrirse, y nada escondido que no llegue a saberse. Por esto, todo lo que decís en las tinieblas será oído en la luz, y lo que habláis al oido en vuestros aposentos será pregonado desde los terrados. A Vosotros, mis amigos, os digo: No temáis a los que matan el cuerpo y después de esto no tienen ya más que hacer. Yo os mostrare a quién habéis de temer; temed al que, después de haber dado la muerte, tiene poder para echar en la gehenna. Sí, yo os digo que temáis a ése." ¿No se venden cinco pájaros por dos ases? Y sin embargo, ni uno de ellos está en olvido ante Dios. Aun hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados todos. No temáis; vosotros valéis más que muchos pájaros." Yo os digo: A quien me confesare delante de los hombres, el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios.
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