Marcos 15, 33-37

Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre la tierra hasta la hora de nona. Y a la hora de nona gritó Jesús con fuerte voz: “Eloí, Eloí, ¿lama sabachtaní?” Que quiere decir: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Algunos de los presentes, oyéndole decían: Mirad, llama a Elias. Corrió uno, empapó una esponja en vinagre, la puso en una caña y se la dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si viene Elias a bajarle. Jesús, dando una voz fuerte, expiró.
Ver contexto