Hebreos 7, 1-9

Porque este MELQUISEDEC, SACERDOTE DEL DIOS ALTÍSIMO, ERA REY DE SALEM, Y SALIÓ AL ENCUENTRO DE ABRAHAM CUANDO REGRESABA DE LA GUERRA CONTRA LOS REYES, Y LO BENDIJO, Y ABRAHAM LE APARTÓ LOS DIEZMOS DE CUANTO TENÍA CONSIGO. Su nombre se traduce “rey de justicia”, y por otro lado, rey de Salem, es decir, “rey de paz”. Sin registro de padre y madre en las genealogías, ni el principio de sus días ni el fin de su vida, sino que a semejanza del Hijo de Dios, su sacerdocio permanece eternamente. Por tanto, consideren cuán grande es este a quien el patriarca Abraham le entregó los diezmos y las primicias, porque los que de los hijos de Leví recibieron el sacerdocio, tenían autoridad de la ley para tomar los diezmos del pueblo, de sus hermanos, aunque también ellos surgieron del lomo de Abraham. Pero éste, sin estar registrado en las genealogías de ellos, recibió los diezmos de Abraham, y bendijo al que había recibido la promesa. Por tanto, sin duda alguna, el menor es bendecido por el mayor. Aquí hombres mortales reciben los diezmos, mientras que allí, aquel de quien la Escritura da testimonio de que vive, y como alguno pudiera decir, aun Leví que recibía los diezmos pagó también el diezmo por medio de Abraham,
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