Mateo 27, 3-5

Cuando Judas, el traidor, vio que Jesús había sido condenado, sintió remordimiento y fue y devolvió las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Pequé al entregar sangre inocente. Pero ellos le dijeron: A nosotros qué. ¡Allá tú! Y tirando el dinero en el templo, se marchó. Y fue y se ahorcó.
Ver contexto