Numeros  13, 22-33

Entonces subieron por el sur y llegaron hasta Hebrón, y allí se encontraban Ajimán, Sesai y Talmai, los hijos de los gigantes. Hebrón fue construida siete años antes que Zoán que está en Egipto. Llegaron hasta el valle de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual tuvo que ser cargado entre dos en un palo; además llevaron algunas granadas y algunos higos. Y le pusieron por nombre a aquel lugar el valle de Escol, por el racimo de uvas que los hijos de Israel habían cortado allí. Y al cabo de cuarenta días regresaron de explorar la tierra. Entonces se presentaron ante Moisés, Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel en el desierto de Parán, en Cades, y le informaron a él y a toda la congregación, y les mostraron los frutos de la tierra. Y le contaron diciendo: Fuimos a la tierra a la cual nos enviaste, de la cual fluye leche y miel, y éstos son sus frutos. Sólo que el pueblo que vive en aquella tierra es fuerte, y las ciudades están fortificadas y son muy grandes; y también miramos allí a los hijos de los gigantes. Los amalequitas viven en la región del sur de la tierra, y los heteos, los jebuseos y los amorreos viven en la región montañosa, y los cananeos viven junto al mar y a la ribera del Jordán. Entonces Caleb hizo callar al pueblo en presencia de Moisés, y dijo: Debemos subir y poseerla, porque la conquistaremos. Sin embargo, los hombres que habían subido junto con él dijeron: No podemos subir contra ese pueblo, pues es más fuerte que nosotros. Y propagaron un rumor entre los hijos de Israel relativo a la tierra que habían explorado, y les decían: La tierra por la cual pasamos y exploramos es una tierra que devora a sus habitantes, y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de gran estatura. Además vimos allí gigantes, descendientes de los gigantes que son de los gabare; y parecíamos langostas ante sus ojos. Así parecíamos a sus ojos.
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