Lamentaciones  2 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 22 versitos |
1
Segunda lamentación

Álef.
¡Cómo ha nublado en su cólera,
el Señor a la capital, Sión!
¡Desde el cielo ha tirado por tierra
el esplendor de Israel,
sin acordarse del estrado de sus pies,
el día de su cólera!
2
Bet.
El Señor ha destruido sin piedad
todas las moradas de Jacob;
ha derruido, en su furor,
las fortalezas de la capital de Judá;
por tierra ha echado, ha profanado
al reino y a todos sus príncipes.
3
Guímel.
Ardiendo en cólera ha quebrado
todo el poder de Israel;
ha escondido su diestra en la espalda
cuando ha llegado el enemigo;
y han prendido las llamas en Jacob
devorando todo alrededor.
4
Dálet.
Como enemigo ha tensado su arco,
ha tomado con su diestra las flechas,
dando muerte como un adversario
a la flor y nata de la juventud;
en la tienda de la capital de Sión
ha vertido como fuego su furor.
5
He.
Se ha portado el Señor como enemigo:
ha acabado con Israel,
ha destruido sus palacios,
ha derribado sus fortalezas,
ha llenado la capital de Judá
de llantos y lamentos.
6
Vau.
Ha forzado, como a un huerto, su cerca,
ha derruido su lugar de reunión.
Ha borrado Yahvé en Sión
la memoria de fiestas y sábados;
ha desechado en el ardor de su cólera
a reyes y a sacerdotes.
7
Zain.
El Señor ha rechazado su altar,
su santuario ha desdeñado;
ha dejado a merced del enemigo
los muros de sus palacios;
¡se oyeron gritos en el templo de Yahvé,
lo mismo que en día solemne!
8
Jet.
Yahvé decidió destruir
la muralla de Sión, la capital.
Echó el cordel, no retiró
su mano para arrasar;
ha enlutado antemural y muro,
que juntos se desmoronan.
9
Tet.
Ha hundido en tierra sus puertas,
deshaciendo y rompiendo sus cerrojos;
su rey y sus príncipes están entre paganos;
¡ya no hay Ley!
Tampoco sus profetas reciben
visiones de Yahvé.
10
Yod.
En tierra se sientan, en silencio,
los ancianos de Sión, la capital;
se han echado polvo en la cabeza
y se han ceñido de sayal.
Humillan su cabeza por tierra
las doncellas de Jerusalén.
11
Kaf.
El llanto consume mis ojos,
me hierven las entrañas,
mi hiel por tierra se derrama,
por la ruina de la capital de mi pueblo,
mientras niños y lactantes desfallecen
en las plazas de la ciudad.
12
Lámed.
Preguntan a sus madres:
«¿Dónde hay pan?»,
mientras caen desfallecidos, como heridos,
en las plazas de la ciudad,
mientras exhalan el espíritu
en el regazo de sus madres.
13
Mem.
¿A quién te compararé y asemejaré,
ciudad de Jerusalén?
¿Quién te podrá salvar y consolar,
doncella, capital de Sión?
Grande como el mar es tu quebranto:
¿quién te podrá curar?
14
Nun.
Tus profetas te ofrecieron visiones
falsas, sin contenido.
No revelaron tu culpa,
porque cambiara tu suerte.
Oráculos te ofrecieron
de falacia e ilusión.
15
Sámek.
Contra ti baten palmas
todos los viandantes;
silban y menean la cabeza
contra la capital, Jerusalén.
«¿Ésta es la ciudad que llamaban Hermosa,
la alegría de toda la tierra?»
16
Pe.
Abren su boca contra ti
todos tus enemigos;
silban y rechinan los dientes,
diciendo: «¡La hemos tragado!
¡Éste es el Día que esperábamos!
¡Con él hemos dado, ya lo vemos!»
17
Ain.
Yahvé ha realizado su designio,
ha cumplido su palabra,
que había empeñado desde antiguo;
ha destruido sin piedad,
te ha hecho irrisión del enemigo,
ha exaltado el poder de tu adversario.
18
Sade.
¡Clama, pues, al Señor,
muralla de Sión capital;
que corran a torrentes tus lágrimas,
lo mismo de día que de noche;
no te concedas tregua,
no des reposo a tus ojos!
19
Qof.
¡En pie, lanza un grito en la noche,
cuando comienza la ronda;
derrama como agua tu corazón
ante el rostro del Señor,
alza tus manos hacia él
por la vida de tus pequeños
(que de hambre desfallecen
por las esquinas de las calles)!
20
Res.
Mira, Yahvé, y recapacita:
¿a quién has tratado de esta suerte?
¿Tenían las mujeres que comer a sus hijos,
a sus niños de pecho?
¿Tenían que ser asesinados en el santuario del Señor
sacerdotes y profetas?
21
Sin.
Yacen por tierra en la calle
juntos niños y ancianos;
mis doncellas y mis jóvenes
cayeron a cuchillo;
¡has matado en el día de tu cólera,
has inmolado sin piedad!
22
Tau.
Como en día de fiesta congregaste
todo alrededor terrores;
en el día de la ira de Yahvé
no hubo fugitivos ni evadidos.
Los que yo había criado y mantenido
fueron exterminados por mi enemigo.

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Introducción a Lamentaciones 

LAMENTACIONES

Introducción
La Biblia hebrea clasifica este librito entre los Hagiógrafos y lo enumera entre los cinco «megil·lot», los «rollos» que se leían en las fiestas solemnes. La Biblia griega y la Vulgata lo colocan a continuación de Jeremías, con un título que atribuye su composición a este profeta. La tradición se fundaba en 2Cr_35:25 y se veía apoyada por el contenido de los poemas, que en efecto cuadra bien con la época de Jeremías. Pero es difícil sostener esta afirmación. Jeremías, tal como lo conocemos por sus oráculos auténticos, no ha podido decir que la inspiración profética se había agotado, Lam_2:9 , ni alabar a Sedecías, Lam_4:20 , ni esperar nada de la ayuda egipcia, Lam_4:17 . Su genio espontáneo difícilmente habría podido sujetarse al género erudito de estos poemas, de los que son alfabéticos los cuatro primeros, comenzando cada estrofa por una de las letras del alfabeto tomadas por su orden, y el quinto tiene precisamente 22 versos, el número de letras del alfabeto.

Las Lamentaciones, 1, 2 y 4 pertenecen al género literario de las endechas fúnebres, 3 es una lamentación individual, 5 es una lamentación colectiva (en el texto latino: «Oración de Jeremías»). Probablemente fueron compuestas en Palestina después de la ruina de Jerusalén el 587. Parecen obra de un solo autor que describe en términos patéticos el duelo de la ciudad y de sus moradores, pero de estos dolorosos lamentos brota un sentimiento de invencible confianza en Yahvé y de hondo arrepentimiento, que constituye el valor permanente de la obrita. Los judíos la recitan en el gran ayuno conmemorativo de la destrucción del Templo, y la Iglesia la utiliza durante la Semana Santa para evocar el drama del Calvario.

Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

Lamentaciones  2,1
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Eze_43:7

NOTAS

2 Después de haber descrito el desastre y la suerte de los reyes, de los sacerdotes, de los profetas, de los ancianos, de los niños, Lam_2:1-12, el poeta interpela a Sión, Lam_2:13-17, recordándole la mentira de los falsos profetas, y le invita a la lamentación, Lam_2:18-22.

2:1 El templo, ver Eze_43:7; Sal_99:5; Sal_132:7.


Lamentaciones  2,2
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_28:52

Lamentaciones  2,3
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Sal_75:5+ [Sal_75:4]

[2] Lam_4:11

Lamentaciones  2,4
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_21:5; Jer_21:6

NOTAS

2:4 Como en Jer_12:7; Jer_30:14, Yahvé es presentado trágicamente como el enemigo de su pueblo.

Lamentaciones  2,6
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Cr_36:19; Jer_52:13

[2] Lam_1:4; Ose_2:13 [Ose_2:11]; Isa_1:13; Sof_3:18

NOTAS

2:6 En lugar de «como a un huerto» (gan), la lectura primitiva era tal vez «como un ladrón» (gannab), corregida por respeto a Dios.

Lamentaciones  2,7
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Eze_24:21

NOTAS

2:7 Pero era el grito de guerra del enemigo.

Lamentaciones  2,8
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_5:10

[2] 2Re_21:13; Isa_34:11

Lamentaciones  2,9
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_28:36; 2Re_25:7; Deu_4:6; Deu_4:8; Eze_7:26; Sal_74:9

Lamentaciones  2,10
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_6:26

Lamentaciones  2,12
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lam_1:11

NOTAS

2:12 El hebr. añade: «y vino».

Lamentaciones  2,13
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lam_1:12

[2] Jer_30:12

NOTAS

2:13 «te compararé» Vulg.; «atestiguaré por ti» hebr.; «¿quién te podrá... consolar» griego; «¿a quién te asemejaré para consolarte?» hebr.

Lamentaciones  2,14
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_5:31; Jer_29:8; Eze_13:10

NOTAS

2:14 «cambiar tu suerte», expresión frecuente en Jeremías, que significa igualmente «hacer volver a los cautivos».

Lamentaciones  2,15
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_19:8; Mat_27:39 p

Lamentaciones  2,16
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Amó_5:18

Lamentaciones  2,17
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_28:15

NOTAS

2:17 Lit. «cuerno».

Lamentaciones  2,18
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lam_1:2

NOTAS

2:18 «Clama, pues» sa`aqî lâk conj.; «su corazón clama» sa`aq libbam hebr. -La imagen de la muralla, en el v. siguiente, no parece muy coherente y algunos proponen leer «gime, hija de Sión» (hemî en lugar de jômat), pero esta conjetura carece de apoyo textual.

Lamentaciones  2,19
NOTAS

2:19 El último dístico, que rompe el ritmo, es una adición inspirada en Lam_2:11; se halla también en el griego.

Lamentaciones  2,20
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lam_4:10; Deu_28:53; Jer_19:9

Lamentaciones  2,22
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_20:10+

NOTAS

2:22 «terrores» conj.; «mis terrores» hebr.