Tito 2 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 15 versitos |
1
Deberes propios de algunos fieles.
Mas tú enseña lo que es conforme a la sana doctrina;
2 que los ancianos sean sobrios, dignos, sensatos, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia, en el sufrimiento;
3 que las ancianas asimismo sean en su porte cual conviene a los santos: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, maestras del bien,
4 para que enseñen a las jóvenes a ser amantes de sus maridos y de sus hijos,
5 a ser sensatas, castas, hacendosas, bondadosas, sumisas a sus maridos, para que no sea injuriada la palabra de Dios.
6 Exhorta igualmente a los jóvenes para que sean sensatos en todo.
7 Muéstrate dechado de bellas obras: pureza de doctrina, dignidad,
8 palabra sana, intachable, para que el adversario se avergüence, no teniendo nada malo que decir de nosotros.
9 Que los esclavos estén sometidos en todo a sus dueños, que sean complacientes y no les contradigan;
10 que no les defrauden, antes bien muestren una fidelidad perfecta para honrar en todo la doctrina de Dios nuestro Salvador.
11
Fundamento dogmático de estas exigencias.
Porque se ha manifestado la gracia salvadora de Dios a todos los hombres,
12 que nos enseña a que, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos con sensatez, justicia y piedad en el tiempo presente,
13 aguardando la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo;
14 el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, deseoso de bellas obras.
15 Así has de enseñar, exhortar y reprender con toda autoridad. Que nadie te menosprecie.

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Introducción a Tito

I y II Timoteo y Tito.
Estas cartas dirigidas a dos de los más fieles discípulos de Pablo, Hch_16:14 ; 2Co_2:13 , ofrecen directrices para la organización y el régimen de las comunidades cristianas que se les han confiado. Por esta razón se las llama «pastorales» desde el siglo XVIII. Estas cartas presentan divergencias notables con las otras de Pablo. Difieren considerablemente en el vocabulario. Muchas palabras de uso frecuente en las anteriores epístolas no aparecen en éstas, y sí en cambio otras, y en gran proporción, que no figuran en las primeras. El estilo ya no es apasionado ni entusiasta, sino frío y burocrático. El modo de abordar los problemas ha cambiado. Pablo se limita a condenar las falsas doctrinas en lugar de oponerse a ellas con argumentos persuasivos. Finalmente es difícil situar estas cartas en el decurso de la vida de Pablo, tal como los Hechos nos la describen. Se comprende así que se cuestione la autenticidad de las Pastorales. Frecuentemente se explican estas diferencias invocando la edad avanzada de Pablo, que habría dejado más libertad a un secretario (quizás Lucas, 2Tm_4:11 ) y la deficiente información sobre los detalles de la vida de Pablo después de su liberación de la prisión romana. Pero muchos críticos rechazan estos argumentos por demasiado subjetivos, y sostienen que las Pastorales son obra de un discípulo de Pablo, de fines del siglo I, con el objeto de resolver problemas de una Iglesia bastante diferente. Esta hipótesis no es en absoluto imposible, pero no hay ningún testimonio que indique que existían ya las cartas pseudoepigráficas y que tuvieran alguna aceptación. 2Ts_2:2 y Apo_22:18 demuestran que los primeros cristianos veían la necesidad de distinguir los escritos auténticos de los falsos. Unos pocos críticos defienden una posición intermedia entre estos dos extremos: según ellos un cristiano, discípulo de Pablo, habría heredado las tres cartas personales conservadas por Timoteo y Tito hasta su muerte. Las completó añadiendo lo que creía que Pablo habría respondido a los nuevos problemas de la Iglesia. Las Pastorales no serían, pues, del Apóstol, pero contendrían fragmentos auténticos: por ejemplo 2Tm_1:15-18 ; 2Tm_4:9-15 ; Tit_3:12-14 . Las dudas sobre la extensión y el numero de estos fragmentos restan valor a la hipótesis, carente de pruebas en apoyo de tal práctica editorial en aquella época.

La insuficiencia de estas hipótesis hace pensar en un error metodológico cuando se toman las Pastorales como un conjunto unificado, por lo cual ciertas observaciones válidas para una carta, se las aplica a las demás, creando confusión. Por el contrario, el estudio detallado de cada una de las cartas demuestra una proximidad mayor entre 1 Tm y Tt que entre cualquiera de éstas y 2 Tm. Si se estudia esta última aisladamente, no existe ninguna objeción convincente que impida admitir que haya sido escrita por Pablo. Al tener como destinatario una persona, difiere de las cartas dirigidas a las iglesias, como la carta de Ignacio a la iglesia de Esmirna difiere de su carta a Policarpo, obispo de la misma iglesia. Si admitimos que 2Tm_4:6 no alude a una muerte próxima, 2 Tm se enmarca naturalmente en el final del cautiverio de Pablo en Roma, Hch_28:16 s, mientras esperaba su liberación. Y si admitimos la autenticidad de 2 Tm, el carácter heterógeneo de 1 Tm y Tt resulta más evidente dentro del corpus paulino. De modo particular, la visión del ministerio que en ellas se desarrolla contrasta vivamente con la dinámica misionera propia de Pablo, 1Tm_1:6-8 ; Flp_2:14-16 . Lo que domina aquí es la preocupación por una conducta ciudadana respetuosa y sumisa, 1Tm_2:1-2 ; 1Tm_6:2 ; Tit_3:1-2 , y las cualidades requeridas para los ministros son las propias de cualquier burócrata, 1Tm_3:1-13 ; Tit_1:5-9 . Se ha producido, pues, una clara evolución en las iglesias paulinas. De una Iglesia entusiasta, inflamada por el Espíritu, se ha pasado a una comunidad organizada. El jefe carismático ha dejado su puesto a una direccción institucional; pero no hay todavía trazas del tipo de episcopado monárquico, atestiguado por Ignacio de Antioquía. La autoridad en la Iglesia es colegiada y los «epíscopos», 1Tm_3:2-5 , tienen la misma función que los «presbíteros», 1Tm_5:17 . Cada presbítero debe tener las cualidades de un «epíscopo», Tit_1:6-9 . No conviene, pues, señalar para 1 Tm y Tt una fecha demasiado tardía dentro del siglo I.

Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

Tito 2,1
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_1:10+

[2] 1Ti_5:1-2


Tito 2,2
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Co_13:13+

Tito 2,4
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Col_3:18; Efe_5:22; 1Ti_2:12

Tito 2,5
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_6:1

Tito 2,6
NOTAS

2:6 (a) Esta consigna de mesura y de reserva que aquí se dirige a los jóvenes, en algunos otros lugares se dirige a todos, vv. Tit_2:5, Tit_2:12; 1Ti_1:9; 1Ti_1:15; 1Ti_3:2.

2:6 (b) «en todo» puede también referirse al comienzo del v. Tit_2:7 : «Muéstrate en todo».

Tito 2,7
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_4:12; 1Ti_5:10

[2] 1Ti_1:10+

Tito 2,8
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_5:14+

Tito 2,9
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_6:1

[2] Flm_1:18-19

Tito 2,10
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_6:1-2

Tito 2,11
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Tit_3:4

NOTAS

2:11 La gracia, misericordia eficaz de Dios, Ose_2:2+ [Ose_1:11]; 1Co_1:4+, y su bondad, su amor de los hombres, Tit_3:4, se han «manifestado», como preludio de «la Manifestación», v. Tit_2:13; 1Ti_1:14+. De nuevo (ver Tit_1:1-3), aquí vv. Tit_2:11-14 y Tit_3:4-7, dos exposiciones muy densas de la obra de salvación, de sus efectos y exigencias. La liturgia de Navidad utiliza estos dos pasajes.

Tito 2,12
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Jn_2:16

Tito 2,13
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_1:1+; 2Ti_2:6+; Sal_130:8; Rom_3:24+; Éxo_19:5; Deu_7:6+; Efe_5:25 s

NOTAS

2:13 Clara afirmación de la divinidad de Cristo, ver Rom_9:5+: al «Salvador» también se le llama el «gran Dios», ver 1Ti_1:1+.

Tito 2,15
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_4:12