I Macabeos 5 Biblia Hispanoamericana de la Nueva Evangelización (Sociedad Bíblica, 2015) | 68 versitos |
1

Campaña contra idumeos y amonitas

Cuando las naciones vecinas se enteraron de que el altar había sido reconstruido y que el Templo había sido consagrado de nuevo, se llenaron de ira º
2 y decidieron exterminar a los descendientes de Jacob que vivían entre ellos. Comenzaron, pues, a matar a los israelitas, con la intención de acabar con todos.
3 Judas fue entonces a luchar contra los descendientes de Esaú, en Idumea. Atacó Acrabatene º, donde los israelitas estaban sitiados, e infligió una gran derrota a los idumeos a quienes sometió, apoderándose de sus pertenencias.
4 Se acordó también de la maldad de los descendientes de Beán º, que habían puesto trampas y obstáculos a Israel y habían tendido emboscadas en sus caminos.
5 Los forzó a encerrarse en sus torres, donde los asedió y los consagró al exterminio º, incendiando las torres con todos los que estaban dentro.
6 Luego se dirigió contra los amonitas º, que contaban con un ejército fuerte y muy numeroso a las órdenes de Timoteo. º
7 Pero Judas combatió contra ellos repetidas veces hasta que finalmente los deshizo y destruyó.
8 Se apoderó también de Jazer * y sus aldeas º, y luego regresó a Judá.
9

Campañas contra Galaad y Galilea

Los pueblos que habitaban Galaad * se aliaron para exterminar a los israelitas que vivían en su territorio; pero estos, habiéndose refugiado en la fortaleza de Datema º,
10 enviaron cartas a Judas y a sus hermanos, diciéndoles: “Los pueblos que nos rodean se han aliado contra nosotros con intención de exterminarnos.
11 Se están preparando para venir y asaltar esta fortaleza donde nos hemos refugiado; al mando del ejército está Timoteo.
12 Vengan, pues, ahora a salvarnos de sus manos, porque ya son muchos los que han caído de los nuestros.
13 A todos nuestros hermanos que vivían en la región de Tobías º, los han matado; a sus mujeres y a sus niños se los han llevado cautivos y se han apoderado de sus bienes. Allí han muerto unos mil hombres”.
14 Todavía no habían terminado de leer esta carta, cuando otros mensajeros llegaron de Galilea con las vestiduras rasgadas y trayendo estas noticias:
15 “Gentes que viven en Tolemaida º, Tiro y Sidón, y todos los extranjeros de Galilea, se han aliado entre sí para destruirnos”. º
16 Apenas Judas y el pueblo oyeron estas palabras, convocaron una gran asamblea para decidir qué debían hacer por sus hermanos que, atacados por sus enemigos, se encontraban en tan difícil situación.
17 Entonces dijo Judas a su hermano Simón: — Escoge unos hombres y ve a liberar a tus hermanos de Galilea. Entre tanto yo iré a Galaad.
18 Para defender Judea dejó, con el resto del ejército, a José, hijo de Zacarías, y a Azarías, jefe del pueblo.
19 Les dio esta orden: — Cuiden del pueblo, pero no entren en combate con los paganos hasta que nosotros hayamos regresado.
20 A Simón se le asignaron tres mil soldados para su campaña de Galilea; y ocho mil a Judas, para la de Galaad.
21 Así pues, Simón se fue a Galilea, donde libró muchas batallas contra los paganos, a los que derrotó º
22 y persiguió hasta las mismas puertas de Tolemaida. De los paganos cayeron unos tres mil hombres, y Simón se apoderó de su botín.
23 Luego tomó consigo a los judíos que vivían en Galilea y Arbata º, junto con sus mujeres, sus hijos y todos sus bienes, y volvió a Judea lleno de alegría.
24 Por su parte, Judas Macabeo y su hermano Jonatán cruzaron el Jordán y caminaron tres días por el desierto.
25 Allí se encontraron con los nabateos º, que los recibieron pacíficamente y les contaron todo cuanto les había sucedido a sus hermanos en Galaad.
26 Les dijeron que muchos de ellos estaban prisioneros en Bosrá, Bosor, Alemá, Casfó, Maqued y Carnáin º, ciudades todas grandes y fortificadas.
27 También les dijeron que había prisioneros en las demás ciudades de Galaad, y que sus enemigos estaban preparados para atacar y tomar las fortalezas al día siguiente, dispuestos a exterminar a todos los judíos en un solo día.
28 Entonces Judas y su ejército tomaron otra dirección, encaminándose rápidamente a Bosrá a través del desierto. Llegaron a la ciudad, la tomaron, pasaron a cuchillo a todos los varones, la saquearon y la incendiaron.
29 Al caer la noche, se dirigieron a la fortaleza de Datema.
30 Al amanecer vieron una innumerable multitud provista de escaleras y máquinas de guerra, dispuesta para atacar a los sitiados y tomar la fortaleza.
31 Judas vio que la batalla había comenzado: oyó un gran griterío en la ciudad y un fuerte sonido de trompetas que subía hasta el cielo.
32 Entonces dijo a los hombres de su ejército: — ¡Luchen hoy por nuestros hermanos!
33 Dispuso en tres columnas las tropas, las cuales avanzaron por la retaguardia del enemigo mientras sonaban las trompetas y oraban a gritos.
34 El ejército de Timoteo, al enterarse de que se trataba del Macabeo, emprendió la huida; y Judas les causó ese día una terrible derrota dando muerte a unos ocho mil soldados.
35 Después Judas se volvió contra Alemá, la atacó y se apoderó de ella: mató a todos los varones y saqueó e incendió la ciudad.
36 De allí se dirigió a Galaad, ocupando Casfó, Maqued, Bosor y las demás ciudades de la región.
37 Timoteo, pasados estos hechos, organizó un nuevo ejército que acampó frente a Rafón º, al otro lado del torrente.
38 Judas envió gente a explorar el campamento; le trajeron este informe: — Todas las naciones vecinas se han unido a Timoteo, formando así un enorme ejército.
39 También hay entre ellos mercenarios árabes, venidos para prestarles ayuda; han acampado al otro lado del torrente y están preparados para atacarte. Entonces Judas salió a su encuentro
40 y, en tanto él se acercaba con sus tropas al torrente, Timoteo habló así a los jefes de su ejército: — Si Judas cruza el torrente antes que nosotros, no podremos resistirlo y seguramente nos vencerá; º
41 pero si se atemoriza y queda acampado al otro lado del río, nosotros lo atacaremos y lo venceremos.
42 Cuando Judas llegó al torrente, situó en su orilla a los oficiales del ejército y les dio la orden de no permitir que nadie acampara allí, sino que todos entraran en combate.
43 Judas fue el primero en cruzar el río en busca del enemigo, y toda su gente lo siguió. Todos aquellos paganos fueron derrotados y, abandonando sus armas, huyeron a refugiarse en el templo de Carnáin º;
44 pero los israelitas tomaron la ciudad e incendiaron el templo con todos los que estaban dentro. La ciudad fue, pues, conquistada y, desde entonces, nadie pudo hacer frente a Judas.
45 Judas reunió a todos los israelitas que había en Galaad para llevarlos a territorio de Judá, desde el más pequeño hasta el más grande, con sus mujeres, sus niños y sus bienes. Era una inmensa multitud.
46 Llegaron a Efrón º, ciudad grande y muy fortificada, situada en pleno camino; y como no podían desviarse a derecha ni a izquierda, se vieron obligados a atravesarla.
47 Pero los habitantes de la ciudad les cerraron las puertas y las tapiaron con piedras.
48 Judas les envió entonces un mensaje, en son de paz, diciéndoles: “Déjennos atravesar su tierra para ir a nuestro país. Nadie va a hacerles ningún daño: tan sólo queremos pasar”. Pero ellos se negaron a abrirles las puertas. º
49 Entonces Judas ordenó al ejército que cada cual estuviera en su puesto,
50 tomando los soldados posiciones. Atacaron la ciudad durante todo el día y toda la noche, hasta que cayó en su poder.
51 Hizo matar a todos sus habitantes a filo de espada, arrasó la ciudad, la saqueó y la atravesó pasando por encima de los cadáveres.
52 Luego cruzaron el Jordán y alcanzaron la gran llanura que se extiende frente a Betsán.
53 A lo largo del camino se ocupaba Judas de reunir a los rezagados y de animar al pueblo, hasta que llegaron a la tierra de Judá.
54 Pletóricos de júbilo y alegría, subieron al monte Sión para ofrecer holocaustos º por aquel regreso feliz y sin haber tenido ninguna baja.
55

La derrota de Yamnia

Durante el tiempo en que Judas y Jonatán se encontraban en la región de Galaad, y su hermano Simón estaba en Galilea, frente a Tolemaida, º
56 José, hijo de Zacarías, y Azarías, jefes del ejército, se enteraron de las hazañas de guerra que aquellos habían llevado a cabo.
57 Se dijeron: “Hagámonos también nosotros famosos peleando contra los paganos que nos rodean”.
58 Ordenaron entonces a las tropas a su mando que emprendieran la marcha hacia Yamnia;
59 pero Gorgias º salió de la ciudad con sus soldados para presentarles batalla.
60 Derrotó a José y Azarías, persiguiéndolos hasta las mismas fronteras de Judá: aquel día cayeron unos dos mil israelitas.
61 Fue este un gran desastre para el pueblo; acaeció por no haber obedecido a Judas y a sus hermanos y por haberse creído capaces de grandes proezas.
62 Y es que no pertenecían a aquel linaje de hombres a quienes se había confiado la salvación de Israel.
63 Judas y sus hermanos alcanzaron una gran celebridad en todo Israel y en todas las naciones donde se oía hablar de ellos.
64 La gente, apiñada a su alrededor, los aclamaba.
65 Luego, Judas y sus hermanos salieron a luchar en la región meridional contra los descendientes de Esaú. Conquistó Hebrón y sus aldeas, destruyó sus fortificaciones e incendió las torres que había en su entorno.
66 Luego se fue al país de los filisteos, pasando por Maresá º.
67 Aquel día cayeron en la batalla unos sacerdotes, quienes, pretendiendo mostrar su valentía, salieron a luchar de manera imprudente.
68 Judas se desvió después hacia Azoto, en tierras filisteas. Derribó allí sus altares paganos, quemó las imágenes de sus dioses y saqueó sus ciudades. Después regresó a Judá.

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Introducción a I Macabeos

INTRODUCCIÓN


La denominación de estos libros como primero y segundo de los Macabeos puede inducirnos al error de pensar, como ocurre con los de Samuel, Reyes o Crónicas, que estos también son obras consecutivas. 2 Ma no es continuación de 1 Ma sino un escrito totalmente distinto e independiente. De hecho hay una cierta coincidencia en la cronología de los hechos relatados. La denominación de “segundo libro” le viene dada por el lugar que ocupa en los antiguos códices que lo transmiten.


Ambos libros narran desde perspectivas distintas y con distintos objetivos las luchas mantenidas por la familia macabea contra la dinastía seléucida con el fin de salvaguardar la libertad, en un primer momento religiosa y después también política, del pueblo de Israel. El apelativo macabeo (que significa “martillo”) proviene del apodo que recibió Judas, uno de los principales — si no el principal — miembros de la familia.


Debido al carácter diferente de ambas obras, abordaremos cada una de ellas por separado.


1 MACABEOS


La atención de 1 Ma se va a centrar, por un lado, en la sublevación macabea que conducirá progresivamente a la liberación del Templo y a la independencia nacional y, por otro lado, en los tres líderes protagonistas de la revuelta: Judas, Jonatán y Simón. La obra comprende, por tanto, un período de tiempo que va desde la subida al trono de Antíoco Epífanes en el año 175 a. C. hasta la muerte de Simón el en 134 a. C., unos cuarenta años.


1. Características literarias y estructura de la obra


El primer libro de los Macabeos está dentro de la tradición historiográfica del AT; incluso sigue modelos y esquemas de otros libros bíblicos como Jueces o Crónicas. Mantiene en su narración una cierta ambivalencia: mientras que, por un lado, queda patente en todo momento la parcialidad de su punto de vista, opuesto a los seléucidas y al partido helenista y claramente adepto del partido macabeo, a la vez da la sensación de procurar una presentación de los hechos lo más objetiva posible, basándose en fuentes fiables; a este respecto, llama la atención la gran cantidad de documentos oficiales y diplomáticos que aparecen citados al hilo de la narración.


En todo momento queda manifiesto que 1 Ma pretende hacer historia creyente. Sin embargo, a diferencia de 2 Ma, su autor es parco a la hora de señalar alusiones religiosas explícitas, poniendo más énfasis en el valor humano que en las intervenciones divinas.


El libro sigue, en su estructura, la sucesión cronológica de los hechos y de los tres líderes que llevaron a cabo la revuelta: Judas (1Ma 3:11Ma 9:22); Jonatán (1Ma 9:231Ma 12:52); y Simón (1Ma 12:531Ma 16:22).


2. Texto, autor y fecha de composición de 1 Ma


El texto original de 1 Ma estuvo escrito, posiblemente, en hebreo. Orígenes y Jerónimo, el traductor de la Vulgata, parecen haberlo conocido. A nosotros, sin embargo, no ha llegado más que en lengua griega; todas las versiones conocidas dependen del griego, aunque se trata de un griego con abundancia de semitismos y de giros habituales del AT.


El autor de la obra no viene mencionado en todo el libro. Puede intuirse que se trata de un judío palestino que conoce bien su tierra y la topografía del país, claramente vinculado a la dinastía asmonea y decididamente contrario a los judíos filohelenistas.


La fecha de composición no parece estar muy lejana a los hechos narrados. El libro cuenta la llegada al poder de Juan Hircano en el 135 a. C., pero no da más datos sobre su reinado; por otra parte, debió estar escrito antes de la toma de Jerusalén por Pompeyo en el 63 a. C. Los últimos años del siglo II podrían ser una buena fecha para su redacción final.


2 MACABEOS


Como ya hemos dicho, 2 Ma no es la continuación de 1 Ma. De hecho hay una cierta coincidencia cronológica. Así 2 Ma comienza su historia un poco antes de los hechos relatados en 1 Ma — finales del reinado de Seleuco IV — y termina con la derrota de Nicanor, antes de la muerte de Judas Macabeo. Vendría a coincidir con los siete primeros capítulos de 1 Ma y comprende unos 15 años de la historia de Israel.


1. Características literarias y estructura de la obra


El autor de 2 Ma escribe para los judíos de Alejandría con la intención de reforzar los sentimientos de fraternidad entre ambas comunidades: la de Palestina y la de Egipto. No pretende tanto el escribir la historia de la rebelión macabea cuanto dar una instrucción religiosa y moralizante. En función de este objetivo está el género literario utilizado, el “histórico-patético”. Este género, relativamente frecuente en la literatura helenística, pretende causar en el ánimo de los lectores los mismos efectos que la oratoria. En estas obras están muy marcados los efectos emocionales, los ritmos de las frases, la exageración de las cifras... 2 Ma, por tanto, estaría dentro de la literatura histórica edificante, que presenta de manera retórica los acontecimientos con el fin de agradar y provocar la simpatía del lector.


En función de este objetivo nos encontramos con una serie de elementos característicos de este género: la libertad para tratar los acontecimientos, donde los hechos a menudo no son más que ocasión para una enseñanza edificante; la constante intrusión del narrador para mostrar la correcta interpretación de los acontecimientos o para sacar conclusiones; el recurso a las apariciones celestes; la tendencia a esquematizar y simplificar personajes y situaciones; la ampulosidad de cifras y escenarios; la teatralidad de muchas de las escenas; etc.


La obra viene estructurada en dos partes, cada una de ellas finaliza con la institución de una fiesta: la purificación del Templo “hanukká” (2Ma 10:1-8) y el “día de Nicanor” (2Ma 15:36). El conjunto de la obra viene precedido de dos cartas dirigidas a los judíos de Alejandría (2Ma 1:12Ma 2:18) y de un prólogo (2Ma 2:19-32); todo concluye con un epílogo (2Ma 15:37-39) que, lo mismo que las cartas y el prólogo, parece un añadido posterior a la obra.


2. Texto, autor y fecha de composición de 2 Ma


El libro ha sido escrito originariamente en griego y, si excluimos las cartas que le sirven de introducción, son bastante raros los semitismos. Se presenta a sí mismo (2Ma 2:23) como un resumen de una obra en cinco volúmenes de un tal Jasón de Cirene, del que podemos suponer que era un historiógrafo judeohelenista, pero del que no sabemos nada más. Del autor del resumen tampoco tenemos ningún dato; posiblemente es él quien ha añadido las dos cartas dirigidas a los judíos de Alejandría, así como el prólogo y el epílogo.


En cuanto a la fecha de composición del libro no tenemos datos suficientes para precisarla mucho; 2Ma 1:10 habla del año 124 a. C. Lo más lógico es situarla, bien sea en la primera mitad del s. II a.C., o a finales del mismo).


Fuente:

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Notas

I Macabeos 5,12Ma 10:14-33.


I Macabeos 5,3— Acrabatene: Quizá se trate de la Acrabín de Núm 34:4 a unos 45 km al sudeste de Berseba, en territorio de Idumea, aunque hay otra Acrabatá en Samaría al sudeste de Siquén.
I Macabeos 5,4— descendientes de Beán: Probablemente una tribu árabe seminómada.
I Macabeos 5,5— los consagró al exterminio: Ver segunda nota a Jos 2:10.
I Macabeos 5,6— amonitas: Pueblo de la Transjordania, tradicional enemigo de Israel.
I Macabeos 5,62Ma 12:2.
I Macabeos 5,8— Jazer: Ver Núm 21:32.

— y sus aldeas: Lit. sus hijas, poblaciones de alrededor dependientes de la ciudad.
I Macabeos 5,9— Galaad: País de la Transjordania entre el Yarmuc y el Yaboc. En la época helenística su territorio se extendía también por la meseta siria al norte del Yarmuc, donde los judíos contaban con numerosas colonias.

— Datema: Su localización no es conocida aunque, según el relato, debe de encontrarse relativamente cercana a Bosrá (1Ma 5:29).
I Macabeos 5,13— la región de Tobías: La región entre Amán y el Jordán que estaba gobernada por la familia judía de los Tobíadas (Neh 2:10; Neh 6:17-18; Neh 13:8; 2Ma 3:11).
I Macabeos 5,15— Tolemaida: Nombre que Tolomeo II dio a la ciudad de Aco (San Juan de Acre en tiempo de las Cruzadas) en la costa mediterránea, al norte de la actual Jaifa.
I Macabeos 5,15Isa 9:1.
I Macabeos 5,212Ma 12:10-31.
I Macabeos 5,23— Arbata: Puede tratarse de la región que Flavio Josefo llama Narbatana, entre Galilea y Samaría.
I Macabeos 5,25— nabateos: Pueblo árabe de lengua aramea dedicado al comercio caravanero. Son los “árabes” de 2Ma 5:8; 2Ma 12:10. En el s. I a. C. llegaron a formar un gran reino controlando toda la meseta transjordana desde el norte de Arabia hasta Damasco.
I Macabeos 5,26— Bosrá, Bosor, Alemá, Casfó, Maqued y Carnáin: Estas ciudades pueden ser identificadas en nuestros días por estos nombres en la zona del Golán y del Haurán.
I Macabeos 5,37— Rafón: Localidad situada a unos 70 km de Damasco, al este del Nahar el Harir, afluente del Yarmuc.
I Macabeos 5,401Sa 14:9-10.
I Macabeos 5,43— Carnáin: Significa “los dos cuernos”; son el atributo de la diosa Astarté local y de ella tomaba nombre el templo Carnión (2Ma 12:26).
I Macabeos 5,46— Efrón: A unos 22 km al sudeste del lago de Genesaret.
I Macabeos 5,48Núm 20:17; Núm 21:22.
I Macabeos 5,54— ofrecer holocaustos: 2Ma 12:31 hace coincidir este episodio con la fiesta de Pentecostés en el año 163 a. C.
I Macabeos 5,552Ma 12:32-45.
I Macabeos 5,59— Gorgias: Ver 2Ma 12:32.
I Macabeos 5,66— Maresá: Ciudad helenística a unos 20 km al norte de Hebrón. Puede ser la Maresá de Jos 15:44.