Jeremías  28, 12-13

Pero algún tiempo después que el profeta Ananías le arrancara el yugo de su cuello, jeremías recibió la palabra del Señor en estos términos: º — Vete a decir a Ananías: Así dice el Señor: Has roto un yugo de madera, pero yo lo sustituiré por un yugo de hierro.
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