II Samuel  10, 6-14


Primera campaña amonita.
Vieron los amonitas que se habían hecho odiosos a David y enviaron para tomar a sueldo arameos de Bet Rejob y arameos de Sobá, veinte mil infantes; del rey de Maacá mil hombres y del rey de Tob doce mil. Lo supo David y mandó a Joab con toda la tropa, los valientes. Salieron a campaña los amonitas y se ordenaron en batalla a la entrada de la puerta, mientras que los arameos de Sobá y de Rejob, y los hombres de Tob y de Maacá estaban aparte en el campo. Viendo Joab que tenía un frente de combate por delante y otro por detrás, escogió a los mejores de Israel y los puso en línea contra los arameos. Puso el resto del ejército al mando de su hermano Abisay y lo ordenó en batalla frente a los amonitas. Y dijo: «Si los arameos me dominan, ven en mi ayuda; si los amonitas te dominan a ti, vendré en tu socorro. Ten fortaleza, esforcémonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios y que Yahvé haga lo que bien le parezca.» Y avanzó Joab con su ejército para luchar contra los arameos, que huyeron ante él. Vieron los amonitas que los arameos emprendían la fuga, y huyeron también ellos ante Abisay y entraron en la ciudad. Joab se alejó de los amonitas y entró en Jerusalén.
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