Jeremías  23, 11-14

Tanto el profeta como el sacerdote se han vuelto impíos;
en mi mismo templo topé con su maldad —oráculo de Yahvé—.
Por eso su camino vendrá a ser
su despeñadero:
a la sima serán empujados
y caerán en ella.
Porque voy a traer sobre ellos una calamidad,
cuando les llegue el castigo» —oráculo de Yahvé—.
En los profetas de Samaría
he observado una locura:
profetizaban por Baal
y hacían errar a mi pueblo Israel.
Mas en los profetas de Jerusalén
he observado una monstruosidad:
fornicar y proceder con falsía,
dándose la mano con los malhechores,
sin volverse cada cual de su malicia.
Se me han vuelto todos ellos cual Sodoma,
y los habitantes de la ciudad, cual Gomorra.
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