Salmos 107, 5-8

hambrientos y sedientos,
se sentían desfallecer.
Pero clamaron a Yahvé en su apuro,
y él los libró de sus angustias,
los condujo por el recto camino,
hasta alcanzar un lugar habitado.
¡Den gracias a Yahvé por su amor,
por sus prodigios en favor de los hombres!
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