Apocalipsis  6, 10-11

Se pusieron a gritar con voz potente: «¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia y sin vengarte* de los habitantes de la tierra por haber derramado nuestra sangre?» Entonces recibió cada uno un vestido blanco* y se les dijo que esperasen todavía un poco, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que iban a ser asesinados como ellos.
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