Ezequiel  8, 11-13

Delante de ellas, de pie, estaban setenta ancianos de la casa de Israel —uno de ellos era Jazanías, hijo de Safán—, cada uno empuñando su incensario. Y el perfume de la nube de incienso se expandía. Me dijo entonces: «¿Has visto, hijo de hombre, lo que hacen en la oscuridad los ancianos de la casa de Israel, cada uno en su estancia adornada de pinturas? Piensan que Yahvé no los ve, que ha abandonado el país.» Y añadió: «Todavía les verás cometer mayores abominaciones.»
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