Jeremías 31, 20
“
¿No es mi hijo querido Efraín?; ¿no es mi niño mimado? ¡Después de tanto reprenderle sigo recordándolo todavía! En efecto, mis entrañas se conmueven, no ha de faltarle mi ternura —oráculo de Yahvé—. ”
Jeremías 31, 20