Genesis 28, 15-21

Yo estoy contigo, te acompañaré adonde vayas, te haré volver a este país y no te abandonaré hasta cumplirte cuanto te he prometido. Despertó Jacob del sueño y dijo:
– Realmente el Señor está en este lugar y yo no lo sabía. Y añadió aterrorizado:
–¡Qué terrible es este lugar! Es nada menos que casa de Dios y Puerta del Cielo. Jacob se levantó de mañana, tomó la piedra que le había servido de almohada, la colocó como piedra conmemorativa y derramó aceite en la punta. Y llamó al lugar Casa de Dios – la ciudad se llamaba antes Luz– . Jacob pronunció una promesa:
– Si Dios está conmigo y me guarda en el viaje que estoy haciendo y me da pan para comer y vestido con que cubrirme, y si vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios,
Ver contexto