I Reyes 6, 3-11

El vestíbulo ante la nave del templo ocupaba diez metros a lo ancho del edificio y cinco en profundidad. En el templo hizo ventanales con marcos y enrejados. Y todo alrededor, adosado a los muros del templo, construyó un anexo, rodeando la nave y el santuario con pisos: el piso bajo medía dos metros y medio de ancho; el piso intermedio, tres metros de ancho; el tercero, tres metros y medio de ancho; porque había hecho alrededor del templo, por fuera, unas cornisas, para no tener que empotrar las vigas en los muros del templo. El templo se construyó con piedra labrada ya en la cantera; así durante las obras no se oyeron en el templo martillos, hachas ni herramientas. La entrada del piso bajo estaba en la fachada sur del templo, y por escaleras de caracol se subía al piso segundo, y de éste al tercero. Salomón remató la construcción del templo recubriéndolo con un artesonado de cedro. Hizo una galería adosada a todo el edificio, de dos metros y medio de altura, unida al templo por vigas de cedro. El Señor habló a Salomón:
Ver contexto