Deuteronomio  24, 10-13

»Si haces un préstamo cualquiera a tu hermano, no entres en su casa a recobrar la prenda; espera afuera, y el prestatario saldrá a devolverte la prenda. Y si es pobre, no te acostarás sobre la prenda; se la devolverás a la caída del sol, y así él se acostará sobre su manto y te bendecirá, y el mérito será tuyo ante el Señor, tu Dios.
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