Jeremías  27, 1-8


Sumisión al rey de Babilonia
25,1-11||
A los embajadores

El año cuarto del reinado de Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, el Señor dirigió la palabra a Jeremías: – Así dice el Señor: Hazte unas correas y un yugo y encájatelo en el cuello, y envía un mensaje a los reyes de Edom, Moab, Amón, Tiro y Sidón, por medio de los embajadores que han venido a Jerusalén a visitar al rey Sedecías. Diles que informen a sus señores: Así dice el Señor Todopoderoso, Dios de Israel: Digan a sus señores: Yo he creado la tierra
y hombres y animales
sobre la faz de la tierra,
con mi gran poder
y con mi brazo extendido;
y la doy a quien me parece; ahora, yo entrego
todos estos territorios
a Nabucodonosor,
rey de Babilonia, mi siervo;
incluso las fieras del campo
se las doy como servidores; todas las naciones
estarán sometidas a él,
a su hijo y nieto,
hasta que le llegue a su país
la hora de ser servidor
de pueblos numerosos
y reyes poderosos. Si una nación y su rey no se someten
a Nabucodonosor, rey de Babilonia,
y no rinden el cuello al yugo
del rey de Babilonia,
con espada y hambre y peste
castigaré a esa nación,
hasta entregarla en sus manos
– oráculo del Señor– .
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