Josué 13, 24-28

A la tribu de Gad – a los gaditas– Moisés le asignó, por clanes, una herencia cuyo territorio comprendía Jezer, todos los pueblos de Galaad, la mitad del país amonita, hasta Aroer, frente a Rabat, y a partir de Jesbón hasta Ramat Hammispe y Betonim, desde Majnaym hasta los términos de Lodabar. En el valle: Bet Haram y Bet-Nimrá, Sucot y Safón, lo que quedaba del reino de Sihón, rey de Jesbón. El Jordán servía de límite hasta la orilla del Mar de Galilea en Transjordania. Ésa fue, con ciudades y poblados, la herencia de los gaditas, repartida por clanes.
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