Mateo 23, 1-29


Invectiva contra los letrados y fariseos
Mc 12,38-40; Lc 11,39-52

Entonces Jesús, dirigiéndose a la multitud y a sus discípulos, dijo:
– En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos. Ustedes hagan y cumplan lo que ellos digan, pero no los imiten; porque dicen y no hacen. Atan fardos pesados, [difíciles de llevar,] y se los cargan en la espalda a la gente, mientras ellos se niegan a moverlos con el dedo. Todo lo hacen para exhibirse ante la gente: llevan cintas anchas y flecos llamativos en sus mantos. Les gusta ocupar los primeros puestos en las comidas y los primeros asientos en las sinagogas; que los salude la gente por la calle y los llamen maestros. Ustedes no se hagan llamar maestros, porque uno solo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos. En la tierra a nadie llamen padre, pues uno solo es su Padre, el del cielo. Ni se llamen jefes, porque sólo tienen un jefe que es el Mesías. El mayor de ustedes que se haga servidor de los demás. Quien se alaba será humillado, quien se humilla será alabado. ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el reino de los cielos! ¡No entran ni dejan entrar a los que lo intentan! [[¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que devoran los bienes de las viudas, mientras hacen largas oraciones para que los tengan por justos! ¡La sentencia para ustedes será más severa!]] ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para ganar un partidario, y cuando lo consiguen, lo hacen doblemente más merecedor del infierno que ustedes! ¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: Quien jura por el santuario no se compromete, quien jura por el oro del santuario queda comprometido! ¡Tontos y ciegos!, ¿qué es más importante? ¿El oro o el santuario que consagra el oro? Dicen: Quien jura por el altar no se compromete, quien jura por la ofrenda que hay sobre el altar queda comprometido. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante? ¿La ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Porque quien jura por el altar jura por él y por cuanto hay sobre él; y quien jura por el santuario jura por él y por quien lo habita; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y por el que está sentado en él. ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que pagan el impuesto de la menta, del anís y del comino, y descuidan lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe! ¡Eso es lo que hay que observar, sin descuidar lo otro! ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito y se tragan el camello! ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de inmoralidad y robos! ¡Fariseo ciego, limpia primero por dentro la copa y así quedará limpia por fuera! ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: por fuera son hermosos, por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda clase de inmundicia! Así también son ustedes, por fuera parecen honrados delante de la gente, pero por dentro están llenos de hipocresía y maldad. ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que construyen sepulcros grandiosos a los profetas y monumentos a los justos,
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