Numeros  30, 1-16


Ley sobre los votos
Dt 23,22-24

Moisés habló a los jefes de las tribus de Israel:
– Esto es lo que ordena el Señor: Cuando un hombre haga un voto al Señor o se comprometa a algo bajo juramento, no faltará a su palabra: tal como lo dijo lo hará. Cuando una mujer en su juventud, mientras vive con su padre, haga un voto o adquiera un compromiso, si su padre, al enterarse del voto o del compromiso, no dice nada, entonces sus votos son válidos y quedan en pie los compromisos. Pero si su padre, al enterarse, lo desaprueba, entonces no quedan en pie sus votos ni el compromiso. El Señor la dispensa, porque su padre lo ha desaprobado. Y si se casa, estando ligada por el voto o por el compromiso que salió de sus labios por irreflexión, y al enterarse el marido no le dice nada, entonces los votos son válidos y quedan en pie los compromisos; pero si al enterarse el marido lo desaprueba, entonces anula el voto que la ligaba y los compromisos salidos de sus labios. El Señor la dispensa. El voto de la viuda y de la repudiada y los compromisos que adquiere son válidos. Cuando una mujer hace un voto en casa de su marido o se compromete a algo bajo juramento, si su marido, al enterarse, no dice nada y no lo desaprueba, entonces sus votos son válidos y quedan en pie los compromisos; pero si su marido, al enterarse, lo anula, entonces todo lo que salió de sus labios, votos y compromisos, es inválido. Su marido lo ha anulado y Dios la dispensa. El marido puede confirmar o anular todo voto o juramento de hacer una penitencia. Pero si a los dos días el marido no le ha dicho nada, entonces confirma todos los votos y compromisos que la ligan: los confirma con el silencio que guardó al enterarse; y si los anula más tarde, cargará él con la culpa de ella. Éstas son las órdenes que dio el Señor a Moisés para marido y mujer, para padre e hija cuando aún joven vive con su padre.
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